Juan Larenza

Nombre real: Larenza, Juan
Pianista y compositor
(8 julio 1911 - 17 febrero 1980)
Lugar de nacimiento:
Buenos Aires Argentina
Por
Lito Bayardo

nspirado y prolífico compositor nacido en la ciudad de Buenos Aires. Un pianista con quien me ha tocado en suerte compartir varios éxitos, como ser con la zamba “Mama vieja”, que escribimos en 1943, hoy una obra clásica en su género. Nació a metros de San Juan y Boedo y fue el más joven de los hermanos de una familia italiana, siendo su hermano Marcelo ejecutante del bandoneón, instrumento que Juan tecleaba a escondidas.

Cuando cumplía los catorce años de edad sus familiares le dieron la sorpresa de regalarle un piano. Si bien una prima se ofreció para sus primeros ejercicios él llevaba dentro de sí un músico intuitivo y no precisó enseñanzas. Se hizo sólo, lo mismo en la composición, a tal punto que dos años mas tarde surgió su tango “Risa de mujer”, que le registró en una grabación Roberto Firpo, el 23 de febrero de 1928 con el estribillo a cargo de Teófilo Ibáñez.



Como tantos otros músicos, de muchacho trabajó en los cines animando las películas mudas. En ese año integró algunos conjuntos, comenzando con el del «fueyero» José Rebolini, autor del vals “Una lágrima [b]”.

En 1932, integró la orquesta de Alberto Gambino, con presentaciones por Radio Belgrano, así hasta largarse a recorrer países americanos, desde Chile hasta México pasando por Colombia. Aprendió otros ritmos musicales e hizo gala de ellos ejecutando pasillos colombianos y valses peruanos.

Y en Colombia se hallaba en el año 1935 cuando llegó Gardel con sus guitarristas. Como debía actuar en lugares amplios como el cine Olimpia y la Gran Plaza de Toros, se le contrató para acompañarlo al piano junto a Barbieri, Riverol y Aguilar. Lo acompañó hasta la función de la noche del 23 de junio, un día domingo, en la radio de Bogotá, el lunes 24 partía rumbo a Cali continuando la gira. Juan me continuó contando un día de recordación, que sólo atinó a viajar a Medellín y visitar el hospital donde encontró en estado desesperante a José María Aguilar y a José Plaja (quien enseñaba inglés a Gardel y actuaba como su secretario), con ellos estuvo hasta la llegada de los familiares. El hecho lo impactó tanto, que lo llevó a renunciar a unos contratos y decidir retornar a Buenos Aires.

Aquí volvió a formar parte de la orquesta de Gambino y fue en LR1 Radio El Mundo, donde lo conocí. Durante algunos años fue quien acompañó al dúo vocal que formé con Alfredo Lucero Palacios luego de la desvinculación de Manuel Sucher. Tiempo más tarde, fue directivo de SADAIC.

Con los guitarristas Menéndez y Robledo acompañó a buena cantidad de vocalistas en sus actuaciones radiales, como por ejemplo a Sabina Olmos cuando fue dejando los temas folclóricos para ingresar en el repertorio tanguero.

De sus tantas composiciones podemos citar algunas en las cuales colaboró como autor Lito Bayardo, los tangos “Noche de fiesta”, “Nuestras vidas”, “Adiós vidalita” y “El paseandero”, que grabó Alberto Castillo. El vals “Flores del alma”, las milongas “Milonga querida”, “Aquí estoy”, “Cartas de amor [b]”, y, entre otras, las canciones: “Coplas de medianoche” y “Gaucho cantor”. Con Marsilio Robles compuso el tango “Así es Ninón” y la milonga “Cimarrón de ausencia”. Con Cátulo Castillo: “Para que la quiero tanto” y “Están sonando las ocho”, otros títulos son: “El cordobés”, “Mi locura”, “Capicúa”, “Cerrazón”, “El laburante”, “Decile que la perdono”, “De ayer” y “Guapeando”.

Extractado del libro: 50 años con la canción argentina, de Lito Bayardo.