scritor de vasta y multiforme realización, consagrado indistintamente a la escena, al cine, a la radio, al periodismo y a la música popular para la que produjo algunos tangos de marcada divulgación. Por ejemplo: “Porque soy reo”, “De puro guapo” y “La reja”. También, “En las sombras”, una letra de buen valor poético.

Nació en la ciudad de Avellaneda y fue allí donde dio a conocer sus primeros poemas mientras estudiaba en el colegio Bernardino Rivadavia.

Poco después, se estrenaron sus primeras tentativas de autor teatral. En 1932, la compañía de Olinda Bozán puso en cartel su comedia La Rival de Greta Grabo, a la que siguieron otras, siempre dentro del tono menor que se propuso: La Dama de Púrpura, entre ellas.

Desde 1940, dirigió la actividad revisteril del Teatro Maipo, colaborando a la par con Enrique Santos Discépolo en sus temporadas del Casino.

Escribió —paralelamente— para la pantalla, desarrollando también su labor como charlista radiofónico. Sus películas como guionista fueron: Fantasmas en Buenos Aires (1942), con Pepe Arias y Zully Moreno; Cándida, la mujer del año (1943), gran éxito de Niní Marshall, ambas con la dirección de Enrique Santos Discépolo y El sonámbulo que quería dormir (1956), con Alfredo Barbieri y Margarita Padín.

Con música de los compositores Carlos Marcucci, Joaquín Mora, Pedro Laurenz, Oscar Napolitano, Roberto Zerrillo, Federico Scorticati, Pedro Gagliano y Herminia Velich, produjo además, los tangos: “Mi dolor”, “Mentiras de amor”, “Indiferencia [b]” (homónimo al de Juan Carlos Thorry y Rodolfo Biagi), “Duda”, “Olvídalo”, “Guitarra mía”, “Cansancio”, “Desesperanza”, “No tengas más que un amor”, “Desengaños”.

Murió joven, en su ciudad natal, a los cincuenta y seis años.