Myrna Mores

Nombre real: Moragues, Guillermina
Cancionista y actriz
(3 octubre 1920 - 14 marzo 2014)
Lugar de nacimiento:
Córdoba Argentina
Por
Ubaldo Tuqui Rodríguez

u padre se llamó Juan Moragues y su madre María González, ambos alentaron a sus dos hijas seguir la carrera de cancionista. Myrna me comenta que quién más apoyó su carrera fue su mamá, que tenía muy buena voz pero no cantaba públicamente.

Respeto de su apellido artístico, me relata que surge de abreviar su apellido Moragues, para el que utilizaron la primera y la última sílaba.

Comenzaron siendo adolescentes formando el dúo Las Hermanas Mores o Las Hermanitas Mores, como les decía cariñosamente la gente. Su hermana se llamaba Margarita Moragues, que para el dúo fue Margot. Su voz era muy agradable de un tono más bajo y menor caudal que la de Myrna. Juntas se complementaban muy bien. Me comenta que el secreto estaba en que se divertían mucho cantando. Oscar Del Priore en el libro sobre Mariano Mores de la Colección Clarín las define como «Dos excelentes voces femeninas».

Estudiaban en la academia musical que dirigía Luis Rubistein, ubicada en Callao al 400. También surgieron de allí las cancionistas Aída Luz y Carmen Duval. En 1938, se forma el Trío Mores conformado por Myrna, su hermana Margot y Marianito, nombre con el que se conocía a Mariano Martínez que posteriormente tomaría el apellido de las chicas.

En el libro El tango después de Gardel, Humberto Barrella documenta que las voces independientes en la radio, en 1938, estaban representadas por Ada Falcón, Carmen Duval, Dorita Davis, Yola Yoli, Agustín Irusta, Carlos Ugarte y el Trío Mores.

“Flor de hastío” es una guarania, con letra de Elizardo Martínez Vila (Marvil) y música de Mores. En la partitura nos encontramos una foto de Mariano ubicado en el centro y a cada lado Myrna y Margot y una leyenda que afirma: «El gran éxito del Trío Mores».

En varios libros figura que cantaron “Estampa de varón” aunque Myrna me comenta que no era un tango del repertorio del trío, sí “Gitana”, de Luis Rubistein y Mariano Mores, y “Cuartito azul”. Mariano comenta en un reportaje: «A ella (por Myrna) le dediqué mi primer tema, “Cuartito azul”. Fue mi primera novia». También, supo decir: «Las chicas iban ascendiendo bárbaramente, con una calidad impresionante. Tenían una linda forma de expresarse, cantando. Yo cuidaba mucho eso...».

En 1938, el trío graba tres tangos de Masao Koga, director de la Orquesta Imperial y asesor de los sellos Columbia y Victor: “Sueño angelical” (instrumental), “Recuerdos [b]” y “Mi geisha está triste”. El trío se disolvió en 1940. Margot se casó. Mariano Mores formó parte de la orquesta de Francisco Canaro y Myrna actuó como cancionista durante muy poco tiempo hasta que se casaron, para retirarse definitivamente el 3 de septiembre de 1942. Pese a ello, estará siempre relacionada con la música y acompañará a Mariano en todas sus actuaciones.

Su carrera de actriz fue corta. Trabajó en las películas Mandinga en la sierra, El sobretodo de Céspedes y Frente a la vida.

En teatro trabajó, en 1941, en una obra de Canaro e Ivo Pelay llamada La historia del tango. Myrna cantó “Nocturno a Rosario” y el vals “Apasionadamente [b]”, en dúo con Ernesto Famá. La obra tuvo mucho éxito, tanto que Canaro grabó todos los temas incluidos en ella. Lamentablemente, “Nocturno a Rosario”, con letra de Homero Manzi y música de Sebastián Piana no fue grabado por Myrna.

A fines de los 60, actuó en TV en el programa La Familia Mores, que se convirtió en un éxito.

La voz de Myrna más allá de lo técnico que —según entendidos—, es muy buena, tiene un color y un timbre muy particular que transmite sentimiento porteño y una fuerza expresiva única. Ella siente lo que canta. Su secreto es dedicarse al tango sentimental y permitirnos como oyentes creerle todo sin vacilar. Depende la situación, su voz, puede ser un llamado desesperado a alguien o un canto esperanzado al amor.

Hay un ejemplo claro con el tema “Apasionadamente [b]” que fue grabado y excelentemente interpretado por Ernesto Famá a dúo con Myrna, donde esta le aporta un plus de calidez, romanticismo y dominio vocal.

Cuando le pregunto sobre lo complejo de cantar a dúo, me dice que le gustaba cantar a dúo y también como solista. Siempre le fue fácil adaptarse a la música.

Su discografía es escasa. Graba con Canaro “Tan solo tú” y, a dúo con Famá, “Tormenta en el alma”, de José Luis Padula y Enrique Cadícamo, ambos el 28 de octubre de 1940. Y el vals “Apasionadamente [b]”, de Canaro y Pelay, también a dúo con Famá, el 21 de mayo de 1941.

Le gustaban como cancionistas Mercedes Simone y Alba Solís en sus comienzos.

Hablando telefónicamente con ella, contesta a mi pregunta: ¿Nunca se arrepintió de haber dejado su carrera de cancionista, teniendo mucho para dar?

«Nunca me arrepentí de retirarme, tal vez porque cuando con Mariano, de común acuerdo, decidimos formar una familia, pesó más eso que mi carrera artística. Me dediqué a ella. Al ver hoy mi familia, puedo ver que no me equivoqué.»

En el Teatro Ópera en el 2006, Myrna volvió al escenario e interpretó “Cuartito azul”, en un espectáculo en el que actuaba toda la familia Mores. Es una mujer muy profesional y exigente. «Acepté cantar, pero la cancionista debe tener conducta y practicar diariamente».

Es una pena que no haya grabado más discos, porque no sólo era una voz educada sino que supo imprimirle al tango su propia personalidad y transmitir sentimientos, por eso para quien la escucha, es más que recuerdos: «Dios del olvido más cruel / cubrió la flor de tu cariño / Yo te siento sangre de mis venas / luz de mi buen ayer / Montaña de recuerdo es tu voz, que no olvidaré» (“Recuerdos [b]”, tango de Masao Koga, 1938).

Agradecimientos: A Myrna por su simpleza y cordialidad, al Chino Carreras que me permitió ponerme en contacto con ella, a Silvia Colucci y a Adriana Pisani por su ayuda incondicional.

Nota: Este artículo es un extracto de “Myrna Mores: Montaña de recuerdo es tu voz”, que puede leerse completo en la publicación virtual Tango y Cultura Popular.