Por
Abel Palermo

ació en el barrio de Belgrano de la ciudad de Buenos Aires, el 28 de diciembre de 1911. Sus padres se llamaban Enrique y Laura Ricciardi. Se inició profesionalmente en 1937, en la orquesta dirigida por el bandoneonista José Servidio, al año siguiente, pasó a integrar la dirigida por el violinista José De Caro, el menor de los hermanos De Caro.

Al finalizar la década del treinta, tras el alejamiento de De Caro de la orquesta, tomó la dirección de la misma. El cantor era Leonel Rivero luego consagrado como Edmundo Rivero, uno de las grandes figuras de la historia del tango, quien continuaría en la orquesta hasta finalizar el carnaval de 1942, ocupando su lugar el joven cantor Alberto Demari y que después se convertiría en Alberto Marino La voz de oro del tango. Al poco tiempo, también se integró Roberto Rufino, quien había sido dado de baja en el servicio militar.

Con las voces de estos dos grandes artistas, debutaron en LR1 Radio El Mundo, en la popular audición Ronda de ases, produciendo un gran suceso por el cual fueron contratados para actuar en el local bailable Palermo Palace, de la calle Godoy Cruz 2750.

A principios de 1943, se alejaron Rufino y Marino. El primero volvió con Carlos Di Sarli y el otro se incorporó a la orquesta de Aníbal Troilo, quien lo había escuchado en Ronda de ases, iniciando así su etapa de consagración definitiva.

Para suplir semejantes voces, Orlando incorporó al cantor José Berón, hermano de Raúl. Además, contrató dos excelentes músicos, el violinista Manlio Francia y el joven bandoneonista Jorge Caldara.

La orquesta tuvo un paso breve por LR3 Radio Belgrano, para luego regresar a El Mundo. Durante ochos años, en forma ininterrumpida, amenizó los bailes del Alvear Palace Hotel.

En 1946, formó rubro con Alfredo Calabró y la voz de Carlos Acuña, luego se uniría con el bandoneonista Antonio Blasi.

A partir de 1949 y por un lapso mayor de dos años, acompañó a Charlo y a Sabina Olmos en una importante gira por el país, después por España y Centroamérica. Una vez de regreso a la Argentina, se reintegró con su orquesta a Radio El Mundo y participó en el carnaval del Teatro Casino de la calle Maipú, su cantor era Francisco Florentino.

Durante los primeros seis meses de 1953, tanto para sus actuaciones en la radio como en los bailes, participaban en su formación: el bandoneonista Leopoldo Federico y el pianista Atilio Stampone, quienes luego formarían rubro orquestal con la voz de Antonio Rodríguez Lesende.

Además de los cantores ya mencionados, pasaron por su orquesta: Orlando Verri y Osvaldo Arana (1952); Rubén Quiroga, Héctor Coral [b] (1954/55), Miguel Martino, Carlos Almagro y Alberto Ortiz (1956/58).

En 1957, luego de casi 20 años como director de notables éxitos en radio y locales bailables fue convocado por la empresa Odeon para grabar para su sello Pampa, dos discos simples de 78 rpm. El primero con los temas: “Cachá viaje” (con Carlos Almagro), “Reír llorando” (con Alberto Ortiz) y el segundo, con “Che papusa oí” (Almagro) y el vals “A mi madre” (Ortiz).

Alberto Ortiz se alejó de la orquesta en 1958 y fue reemplazado por Fontán Reyes. Al año siguiente, se incorporó el notable pianista Osvaldo Manzi, produciéndose un hecho importante en la trayectoria de Orlando, luego de 17 años dejó Radio El Mundo y pasó a LR4 Radio Splendid, con los cantores Héctor Coral [b] y Horacio Cáceres.

Ya en la década del 60, junto a la declinación del tango, comenzó su retiro. Su orquesta será siempre recordada por la cantidad de excelentes músicos y cantores que por ella pasaron. Por último quiero destacar tres perlitas de su obra como compositor, los tangos: “Igual que vos”, “La pena que me has dejado” y “Tres cruces”.