ació en Mar del Plata y murió en Villa Ballester, dos ciudades de la Provincia de Buenos Aires.

En mi Nueva Antología Lunfarda recordé sus comienzos literarios y sus libros primerizos, las novelas breves La honra de aquella mujer (1921) y los versos de Granos de arenas (1924). También quedó registrado allí, que antes de 1930 comenzó a escribir en el diario Última Hora los versos lunfardescos que recogió más tarde en el volumen Sangre de suburbio. Firmó ese libro con el seudónimo Iván Diez, el mismo con el que había rubricado ya Diez Sketchs (1932) y el sainete en tres cuadros y en verso El romance de un taura, estrenado en el Teatro Nacional por la compañía de Pascual Carcavallo, el 8 de mayo de 1933.

También reproduje en mi obra una página autobiográfica, escrita a mi pedido, pues Iván Diez fue, durante la primera mitad de la década de 1950, uno de mis compañeros en la redacción del diario Democracia.

Ni mi reseña, ni la autobiografía dicen palabra alguna acerca de los tangos de Iván Diez. Recuerdo ahora haberle escuchado narrar que le había regalado letras al bandoneonista Antonio Polito. Hoy sabemos que es verdad y, que también le regaló el seudónimo A. Timarni que había utilizado para firmar algunas de sus letras. Luego firmó otras como Iván Diez: la de “Vesubio”, tango con música de Enrique Delfino; “Tu pañuelo”, vals musicado por el nombrado Polito; “Busco un rincón lejano”, exitosa habanera que se cantó con el título “Tendrás un altar”, también con música de este bandoneonista y otras.

Hacia 1930, escribió para Vicente Ronca los versos de “Almagro”. Ronca era un cantor popular, de origen napolitano, a quien el padre Lorenzo Massa, fundador del Club San Lorenzo de Almagro, persuadió de que se firmara Vicente San Lorenzo. Con ese nombre de fantasía comenzó a actuar Ronca; con él firmó la música de “Almagro” y, entre otras composiciones, la del tango “Knock-out de amor”, también con versos de Iván Diez.

Carlos Gardel escuchó a Ronca cantar su tango y le pidió permiso para grabarlo. La rápida aceptación del autor enriqueció a la tanguística con una página bellísima y una interpretación inigualable, registrada fonográficamente el 1 de mayo de 1930. Pocos días más tarde, el 27 de mayo, Gardel grabó también “Knock-out de amor”.

Publicado en el libro de José Gobello, “Tangos, letras y letristas”, volumen 5, de Editorial Plus Ultra, 1995.