Almagro [b]

Tango 1936

Música: Antonino Cipolla
Letra: Roberto Retes

Ya no se oyen las milonga que mi china cantaba,
se fue la indigna tras un mundo nuevo
sin atenderme ni escuchar mi ruego;
yo le juraba que también podría
darle unos días plenos de alegría,
pero ansiosa de placeres dejó el rancho y me olvidó.

¿Quién al pobre gaucho herido
podrá darle amor?
Ya no alumbran sus ojos mi existencia
ya no se oye su voz angelical,
se la llevó un truhan
que con halagos la envolvió.
Ya no trina el canoro ruiseñor;
todo es sombras y dolor.

En las noches invernales ella me cebaba siempre un cimarrón
y al hacerlo me miraba con los ojos
llenos de dulce emoción.
Y ahora la ingrata de mí se aleja
sin importarle que yo sufra o no;
Yo te suplico escuches mi queja,
queja del que te ama y te amó.