Chaparrón de hembra

Tango

Hoy sé que nos relincha de repente
el látigo paciente del demonio,
que un pétalo de astilla en el rocío
se quema sin pensar quien vuelve atrás…
Qué extraño fue seguirte por la cuerdas
con vientos de guitarra calle adentro,
rastreándote la sed por bodegones
que saben más que yo de la canción…

¿Quién viene a consentir las risas muertas?
¿quién baja hasta el umbral de las mareas?
Será que están las flores del cuchillo
rastreándose en la huella del mantel…
Y vos sobre el naufragio de mis huesos
bajás como el diluvio hasta las plantas,
venís de chaparrón, inflas de viento,
¡las velas de otro tango con dolor…!

Por vos se astilla ahora hasta los huesos
mi patio desvelado de domingos,
¡que un ave de plumaje milonguero
se acueste en esta herida sin cerrar!...
Pestañas del rocío están alerta
si el viento las invade crujen llantos,
simulan ser un cielo de goteras
de cuartos de pensiones que gasté…