Entre los vinos tu recuerdo

Vals

La tarde en que el amor reduzca en los escombros
esa canción feliz que hicimos como locos
voy a poder decir, sin miedo de partir:
“la vida es un guiñar de besos en asombro”,
que a veces sin piedad revuelve estas heridas
con su cuchara azul de cielo sin salida,
y ahoga en su fusil mis ganas de seguir,
su historia da un color de sueños que terminan…

Y llueve mucho más… como en invierno,
cuando en la esquina fiel llegabas al encuentro,
vestida de agua y piel, con risas de papel,
goteando en cada vaso de mis sueños.
Y llueve tanto o más que en mi silencio,
mojando siempre igual la herida de los besos,
ladrando sin salvar un viento de altamar
dibuja entre los vinos tu recuerdo…

La noche era un ritual buscándonos de a poco
sobre el candil final del tiempo de estar solos
y así llegaste a mí, de rayo o de jazmín,
cercana en la verdad del barrio que eran todos.
Y ahora que no estás envuelve mis reliquias
con su pesada hiel la noche andando esquinas,
por donde siempre es gris la escena de partir,
la calle en que vendrás también te necesita…