Mi azucena

Vals 1946

Música: Eduardo Bonessi

Hay en la pampa dormida una flor,
que es causa de mi dolor.
Feliz quien pueda en su pecho anidar
para vivir y soñar.
Blanca azucena que un día
mi corazón te albergó
y en tus ojos luceros que son
encendiste mi pasión.

Con cuanto amor
suave y gentil
vengo a cantarte hasta aquí
para saciar la sed de amar,
que en la llanura sentí.
Tú eres mi sol, yo tu zorzal,
que en una aurora triunfal
doy mi plegaria de amor que hilvané
en mis trinos de dicha y placer.

Si tú quisieras, divina mujer,
flor que perfumas mi ser
yo tengo un nido celeste de amor
que nos espera a los dos.
Ven hacia mí ¡vida mía!
Ven a ocupar ese edén.
Que yo ser tuyo te juro y ser fiel
para que sueñes en él.