Tango santiagueño

Quién ha oído esas notas varoniles
que de un tango surgen y que hacen vibrar
los corazones más fierazos se conmueven
los doblegas y hasta los hace llorar,
porque el tango y el fuelle es el alma
el alma pura de la ciudad.
Son tus notas tan profundas y tan dulces
tango noble, compañero de pesar.

Consuelo sos, de mi dolor
sintiéndote en un bandonéon
sos quitapenas de mi alma indomable
que enervas con cruel pasión;
y al penetrar al corazón
como un puñal que se clavó.
Vives eterno y lo haces sangrar
con ese sentir de que eres capaz
tango vos sos tan compadrón,
quejumbroso, callejero, soñador y dormilón.

Y al conjuro de tus notas melodiosas
llenas de odio de ternura y de color
donde cantan triunfantes sus proezas
las más tauras, las ingenuas y el varón.
Por tu intermedio se purifican
o por tu culpa más de uno cayó,
tango, surge y vive orgulloso
¡porque el tango es argentino, señor!


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