Carta de más

Poema lunfardo

Un otoño que ayer fue primavera
la marchitó a esta fiera del chanchuyo
que hizo roncha en un tiempo, hizo barullo
y, cuando no barullo, hizo bandera.

Hoy chamuya, colgado en la palmera,
pero no engrupe a nadie su chamuyo.
Está sobrando, como sobra el yuyo
que se equivoca y crece en la vereda.

Quemao por el escruche o el golpeo,
minga de balurdera su parola,
ya no carga la mula en un rastreo.

Con la merza debute ya no rola,
en el derpa lo agarran p´al fideo...
¡Ni Dios al que fracasa le da bola!