Chabonazo

Don Giacumín es un viejo goruta
que la labura como el que más
en su taller rodeado de viruta,
la vida no disfruta
ni está alegre jamás.
Rumiando a solas su gran amargura
con nadie charla, don Giacumín.
Ave sin alas, soñó sin mesura
lograr la ventura
en este confín.

Vino lleno de ilusión
dispuesto a conquistar
fortuna en el país,
y latió su corazón
cuando empezó a ganar
tres mangos de aprendiz.

Muchas veces recordó
temblando de emoción
su terruño natal,
y a la novia que dejó
suspirando ansiosamente
por su regreso triunfal.

Lugo formó su hogar con una tana;
mujer coqueta como no hay dos.
Y mientras él labura, ella lo encana
con cuanto mozo rana
puso en el mundo Dios.
Sin sospechar el juego sucio de ella
él sueña siempre con su país,
pensando que quizá cambie su estrella
y en su tierra bella
pueda ser feliz.

Firmado por Fernández Blanco con el seudónimo Martín Gala.