Descalza por el puente

Tango

Música: Adrián Abonizio

Gricel cruzó descalza por el puente.
Mirando atrás, juró ya no volver.
La soledad pegándole en la frente,
la ilusión clavada en el ayer.

Su amor fue una canción desesperada.
Sin sur, ni norte
el brillo de un cristal,
que de tanto golpe se ha quebrado
y hundió su corazón en el fangal.

¿Por qué llevás la vida suspendida?
¿Por qué sin fe? ¿Por qué sin mar?
Si el puente siempre lleva a la otra orilla
no hay que volver, ni a perdonar.

Una lágrima tuya se resbala
e ilumina el futuro de un farol,
que desprendido de tu pelo es un azahar blanco en el cielo,
luz de naranjo en flor.

No hay desencuentro
más verde que tus ojos,
viejos afiches que invitan a llorar.
Gricel se muere de amor y, sin palabras,
saca al fin su corazón de aquel fangal.

El silencio más oscuro se detiene
y nubes de humo, de menta y de cedrón,
le sacuden el alma, la levantan...
y en madreselvas se diluye su dolor.