Sangre de tango

Cuando mi tío tocaba el piano
bordaba notas en mis oídos,
sin escucharlo, mientras jugaba...
Sin aprenderlo, el tango es mío
y no lo supe hasta la tarde
que yo crucé la primer frontera
anduve a tientas, por las cornisas
y amando a ciegas, quemé mi vida.

Hoy canto el tango con el permiso
que da esta sangre, sangre de tango,
un bandoneón baleó mi corazón
y lo dejó sangrando, pero era sangre...
Sangre de tango, a nadie temo sigo cantando.

Llegaste tango justo a mi vida
yo agonizaba contra las sogas
y te abracé como si fuese pura,
sembraste sueños en mis heridas.
Y ahora que soy, y soy sin dudas
mi voz, mi cuerpo, mis sentimientos
te pertenecen , son tus latidos,
te entrego el alma, tango querido.