Milagro

Tango

Música: Luis Rubistein

Dios sabe que mi vida estaba trunca
y no he soñado nunca
tanta bonanza.
Angustia de vivir estando muerto,
acechando en cielo incierto
una esperanza...
Y cuando ya estaba resignado a mi mal
vino tu sonrisa como un sol primaveral...
Desde entonces mi alma, alzando vuelo,
se llegó cantando al cielo
con su trino más triunfal.

Milagro,
milagro de cerrar mi herida
con besos
que son canciones de mi vida...
Fuerza milagrosa de tus ojos,
canto en la penumbra de mi alma...
Milagro,
milagro de tus labios rojos,
milagro
que me trajiste con tu amor...

Dios sabe que viví mordiendo angustias
y que mi alma, vieja y mustia,
se desangraba...
Entonces, como luz en el abismo,
alumbraste el pesimismo
que me nublaba...
Ya no tengo penas por milagro de Dios
y mi vida canta porque en mi alma está tu voz.
Vivo con tus besos, tu regazo,
y me duermo entre tus brazos
al milagro de tu amor...