Por
Ricardo García Blaya
| Néstor Pinsón

Cuarteto Típico Los Ases y Juan Carlos Cambón

ste grupo musical, hoy prácticamente olvidado, fue creado y dirigido por el pianista Juan Carlos Cambón, nacido en la ciudad de Junín (provincia de Buenos Aires), y fallecido inesperadamente a los cuarenta y tres años.

El Cuarteto Típico Los Ases debutó en 1940. La base de la formación eran Cambón (piano y dirección) y Jorge Sara (bandoneón). Este músico nacido en Buenos Aires, actuó durante varios años en Radio Mitre, acompañando, entre otros, al cantor Juan Giliberti. Se completaba con dos violines que se alternaron en el transcurso de la trayectoria del cuarteto: Luis Piersantelli, Héctor Demattei y O. Raele. Estos dos últimos participaron en las grabaciones del sello Victor.



Pero el nombre sobresaliente fue el de Cambón quien ya traía una experiencia en la música popular. En la década del 30 formó parte, siempre desde el piano, del entonces exitoso conjunto humorístico–musical Los Bohemios creación de Mario Pugliese, Cariño por apodo. Un artista devenido, tras unos cuantos años, en astrólogo de televisión donde difundía sus predicciones, era un tipo simpático, aceptado por cierto público consumidor de este tipo de expresiones.

En 1939, Cambón integró el conjunto Los Ases del Buenos Aires de Ayer, que dirigía el violinista Gerónimo Bongioni, y, entre sus integrantes, estaban Horacio Perri y Jorge Sara (bandoneones) y Juan Bibiloni (violín). Actuaban en Radio Belgrano. Cambón y Sara se retiraron para formar el Cuarteto Típico Los Ases que duró dos años.

Analizando el repertorio del mismo, resulta evidente la preferencia por los temas de la Guardia Vieja, con la única excepción de los temas de su director en colaboración con Demattei. El estilo tenía cierta semejanza con los cuartetos de Roberto Firpo, aunque en algunos casos más acelerado, como ocurría también con las variaciones finales a cargo de Jorge Sara, quien plasmaba en ellas su virtuosismo.

El coleccionista japonés Akihito Baba, como en otros casos, tuvo la feliz idea de viajar a Buenos Aires y, de regreso a su país, llevarse cantidad de discos grabados en 78 rpm y retornaba para distribuirlos en sus canales de venta, gracias a su labor tuvimos a nuestro alcance material difícil de conseguir.

El disco de Baba contiene 26 temas: “Requiebros” (mal titulado como “La quebrada”), “La sirena”, “Martín (Don Martín)” y “Con toda el alma (Te lo juro)”, de Cambón y Demattei; “El pangaré”, “Tus ojos me embelesan”, “Entrada prohibida”, “Noches de serenata”, (de Demattei), “Noche calurosa” (de Roberto Firpo), “Flor de fango”, “Mi noche triste (Lita)”, “Ivette”, “El águila (L’aquila)” (de R. Wagner), “El impertinente (Un buen gaucho)” (de Antonino Cipolla), “Tu mirada es un pensamiento” (de Gerardo Metallo), “El chiflado” (de Jorge Sara), “Invernal” (de P. Marti), “Siete palabras”, “Julián”, “Tinta china” (de Antonio Polito), “El talar”, “La llamada”, “El otario”, “Recordándote [b]”, “Armenonville”, “De vuelta al bulín”. Además, Cambón compuso el tango “Junto al piano”, en colaboración con Juan Bibiloni, que no está en ese disco. Los últimos registros del cuarteto fueron en diciembre de 1942.

Es importante destacar para evitar confusiones que, en la década del 50, Bongioni dirigió un cuarteto con el nombre Gerónimo Bongioni y su auténtico Cuarteto Los Ases, en el que estaba el bandoneonista Alfredo Cordisco. Esta agrupación, grabó discos para el sello Columbia, entre 1953 y 1955.

Cambón tuvo un breve papel en la película estrenada en 1943 El fabricante de estrellas, dirigida por Manuel Romero y en la que también aparece Rafael Carret El Pato. En 1944 se le presentó la ocasión de dirigir un pequeño grupo musical para acompañar la gira por México de Mercedes Simone, ya consagrada como cancionista a la par de Libertad Lamarque y Azucena Maizani. También, en radios, teatros y en algunas grabaciones, vayan como ejemplo: “Cada día te extraño más”, “Desdén”. “Yo vendo unos ojos negros” (tonada chilena de autor anónimo), “Verdemar”, “Motivo sentimental”, “Lero Lero del Brasil” (de María Grever), “Otra noche”, “Galopa galopa” (corrido de Nicanor Molinari).

A partir de ese año, Cambón tuvo diversas actividades, siempre en el rubro musical, hasta la aparición de un popular hombre de radio, Tito Martínez del Box que crea La Cruzada del Buen Humor, luego titulada La Caravana del Buen Humor que pronto llega el cine con casi todos los personajes del elenco radial. La película se llamó Cuidado con las imitaciones, con libro de Máximo Aguirre. Se estrenó el 19 de mayo de 1948.

Casi con el mismo equipo, trató de repetir el éxito aceptable de ese film y, con otros libretistas, se estrenó el Imitaciones peligrosas (7 de octubre de 1949). No fue lo mismo. Martínez del Box, siempre a cargo, toma una decisión acertada, de todo el conjunto actoral toma a cinco de ellos, Cambón, Zelmar Gueñol, Rafael Carret, Guillermo Rico y Jorge Luz y crea Los Cinco Grandes del Buen Humor con un gran éxito radial y son los protagonistas del film Cinco grandes y una chica. Estrenada el 28 de febrero de 1950 y, nuevamente, Máximo Aguirre para el sencillo pero eficiente argumento.

El 15 de septiembre del mismo año surgió Cinco locos en la pista, relacionada al automovilismo, aprovechando los primeros pasos de Juan Manuel Fangio. Siguieron: Fantasmas asustados, del 16 de mayo de 1951; Locuras, tiros y mambo, del 18 de octubre de 1951; La patrulla chiflada, estrenada en 1952; Vigilantes y ladrones, del 23 de octubre de 1952; Trompada 45, 1953; Desalmados en pena, 27 de enero de 1954 y, finalmente, para Juan Carlos Cambón llega su última aparición en la pantalla, Veraneo en Mar del Plata, del 2 de septiembre del mismo año.

El Flaco lo llamaban los compañeros en las sencillas tramas de las películas y a él le pedían que exagerara un poco más su esmirriado físico, pues sus intervenciones con alguna frase ocurrente, siempre provocaba risas en los espectadores y más en los pibes. Se lo podía ver muy bien vestido, como músico acompañante, cuando el galán, siempre Guillermo Rico, cantaba un tango para seducir finalmente a la muchacha de turno.

Tras su muerte, los cuatro restantes muchachos continuaron como Los Grandes del Buen Humor y fue otra historia.

Músico, compositor y actor cómico, Juan Carlos Cambón fue un personaje inolvidable que también conocimos gracias al tango.