Por
Luis Alposta
| Oscar Himschoot

Reseña de bailarines (Tercera parte)

ontinuamos la reseña de bailarines, luego de la primera y segunda parte, ambas publicadas en este mismo sitio.

La Lora (Egidio Scarpino)

Lampazo: Se llamaba José Vázquez, a quien pocos conocen por su nombre. Inventó un extraño y personal viraje de los pies mientras danza, como si limpiara el piso, de ahí su apodo. En la década del 40 pulió su estilo en el club N. O. Boys de Llerena y Ábalos, recalando y dando clases, muchos años después, en el legendario club “Sin Rumbo” de Villa Urquiza.

Lavalle, Mingo: Nacido en Italia. Excelente bailarín, conocido a mediados de la década del cuarenta. Fue el más joven de su época. En más de una oportunidad fue requerido por los directores empresarios del Luna Park, en calidad de jurado, conjuntamente con Miguel Bucino, en varios campeonatos de bailes populares. Profesor de danzas -en primer lugar el tango- dirigió su propia academia, la que estaba ubicada en Corrientes 1555. Con un agudo y responsable sentido coreográfico, historió, en el escenario del Teatro Nacional, el advenimiento y desarrollo variado del tango bailado.

Lechuguita: Bailarín de tango “tipo club” y especialista en milonga.

Lombardo, Luis “Gallito”: Era de Palermo. Bailaba con “La Parda Corina”.

Lopresti, Pedro: Junto a José Fernández, después del veinte, se instaló en París, donde enseñó a bailar el tango.

Los Dinzel: (Rodolfo Dinzelbacher y Gloria Varo) Ocupan un lugar decididamente protagónico en el tango-danza. Poseedores de una coreografía de impactante originalidad, fueron uno de los más importantes soportes en los que se apoyó el espectáculo “Tango Argentino”. Poseedores de una auténtica vocación por la docencia, se dedican, a la enseñanza del tango-danza.

Los Hermanos Bisagra: Lo característico de sus movimientos les hicieron ganar ese apodo.

Los Hermanos Bufanda: Uno se llamaba Vicente Bujanda.

Los Lentos: Pablo Lento. Fueron sus compañeras Lolita Peón y Tita Grey. Eran milongueros.

Los Méndez: Pareja formada por José Méndez, “El Gallego”, y “La Cacho” o “La Cachito”.

Los Pampas: Pareja formada por el Ingeniero Alcorta y La Cachito.

Lusiardo, Tito

Madero, Vicente: Nació el 2 de diciembre de 1885 y falleció el 24 de mayo de 1946.

Marcelo

Mariano: Citado por “Viejo Tanguero” (1913) como asiduo concurrente al “Scudo de Italia”, donde una tal Paulina tenía trastornada a toda la clientela. Fue otro de los que ejerció el cetro de la popularidad, por la corrección con que se desempeñaba. Los amantes al tango le hacían rueda cada vez que ocupaba el patio de baile, para admirar y aplaudirle en la difícil ejecución de figuras que inventaba y que ningún otro podía imitar. Era dueño de un importante establecimiento comercial que estaba ubicado en la calle Sarmiento a la altura de Carlos Pellegrini.

Mayoral, Héctor: Bailarín. Coreógrafo. Nació en Buenos Aires, en Villa Pueyrredón, el 12 de noviembre de 1937. En 1962 obtuvo el primer premio de danza en el Festival Internacional de Folklore de Termas de Río Hondo, actuando posteriormente, en “Sábados Continuados” en Canal 13. Durante cinco años integró el elenco de los espectáculos presentados por Mariano Mores. En 1971, obtuvo el Gran Premio SADAIC al número más original, discernido por el jurado del Festival de La Falda. Compañera de baile: Elsa María Borquez.

Megata, Tsunami: (Tsunayoshi Megata, su verdadero nombre). El barón Megata nació en Tokio, Japón, el 17 de noviembre de 1896 y falleció en la misma ciudad en 1969.

Melena: y su hermano “El Chivo”. Ambos son citados por Enrique H. Puccia.

Mendieta, Juan “Congreve”: Popularísimo bailarín en la década del cuarenta. Era de Villa Crespo.

Milani, “Maco”: Santiago H. Rocca comentaba en 1952: «Maco Milani se llamaba, en realidad, Mariano Milani. Fue hombre de Joaquina Marán, una morocha alta, no bonita pero muy interesante y seductora, de conversación muy agradable. “Maco” era un hermoso tipo de varón, muy distinguido, de cabellos lacios y cutis muy blanco. Cuando empezó a tomar con exceso, perdió la línea y se le puso la nariz colorada.» Milani gastó fortunas en su vida. Alto, impecable, llevó un tren realmente rumboso. Solía concurrir mucho a un café de Canning y Santa Fe. Muchas veces se lo veía acompañado de Tito Rocatagliatta, el violinista. Justo P. Sáenz (h.) le informaba a León Benarós que “Maco” iba también mucho a un boliche llamado La Colorada, en Corrientes y Florida, que funcionó de 1914 a 1923. Era un lugar lleno de aserrín y cajones, donde caía, a veces, Charles de Soussens. Enrique Cadícamo lo recuerda en su poema “Rotisería Argentina”: «También, era habitué, Maco Milani, un porteño de rango, criollo de verdad. El fue el primero que presentó al tango en sociedad.» Y, en ese mismo poema nos dice que uno de sus tangos preferidos era “Joaquina”.

Miro, Christian

Montero, Abelardo

Nardelli, Norberto

De Nava, Arturo: Compositor, cantor criollo pregardeliano; «Nacido, al parecer, en Paysandú por 1876 y fallecido en Buenos Aires, donde se había radicado de joven, el 22 de octubre de 1932.... Inicialmente bailarían natural o vocacional de tangos, de gran estilo, en la época fundacional, es el primero en trascender a la escena, en el género, antes de Aín y de Alippi, bailando tangos en obras teatrales desde 1903 (como galán tenía una linda estampa, lo que lo hace aún más un precursor de Gardel), de la compañía de los Podestá. Su estampa, inconfundible, aparece ilustrando figuras de tango, en varias fotografías de la popular revista Caras y Caretas de Buenos Aires, en el año 1903.» (F.O. Assuncao)

Nelson: Compañera de baile: Mónica.

Nemesio: Cuenta Enrique H. Puccia que, rivalizando con el payador García, solía bailar el tango con cortes, en el café “De las Cinco Hermanas”, ubicado en la esquina de Corrientes y Uruguay.

Orrade, José: Más conocido como “El Vasco de Villa Crespo”. Nació en 1902 y falleció en 1962. Bailaba con Lucy y luego con su esposa Olga. Sus orquestas preferidas fueron las de Juan D’Arienzo y la de Osvaldo Pugliese.

Orzyza, Armando

Panelo, Pancho: Pertenecía a la categoría de los bailarines bacanes. Contaba Domingo Greco que este señor tenía tanta serenidad para bailar, que lo hacía con una copa de champagne en la cabeza, sin volcar una sola gota de líquido.

Parodi, Alejandro

P.B.T.: Según Enrique H. Puccia, este bailarín reinaba en los bailongos de Barracas al Sur y de la Isla Maciel, al igual que Juan Rana.

Pedrín “El Tuerto”: Famoso bailarín con cortes; amigo del clarinetista Juan Carlos Bazán, a quien le silbaba tanguitos para que éste luego, los tocara de oído. Gran bailarín de San Telmo. Bailaba con “La Flaca Rosa”. Frecuentaba el salón de Chile 1567, Patria e Lavoro, famoso por las trifulcas y las puñaladas.

Pedrín “La Vieja”: Dice Domingo Greco en sus memorias: «Después vino un tal Pedrín, que era compañero mío de colegio: le decíamos de sobrenombre “La Vieja”. Vivía en la calle Chile, entre Tacuarí y Piedras. Este muchacho puede decirse que llevó el tango al máximo de su refinamiento. Ya antes del 1900 era el mejor bailarín que se conocía. Tenía mucha iniciativa. Era elegante para bailar, llevaba muy bien el compás de la música, de acuerdo con las figuras o los cortes, y tenía una ligereza asombrosa en las piernas. En una palabra, fue lo mejor de todas las épocas. Después surgió Benito Bianquet “El Cachafaz” como el único imitador».

Pereyra Lucena: Figura entre los bailarines bacanes junto a Torres Agüero y “El Pibe Gascón”.

Pereyra, Luis

Petróleo

Plata, Pedro

Podesta, Argentino

Portogalo, Pepe

Radrizzani, Ambrosio: “El Escoberito”, actor de teatro y compositor, fallecido trágicamente el 26 de septiembre de 1943 en el incendio del Teatro Maipo donde actuaba.

Rana, Juan: Mentado bailarín que, según Puccia, se lucía en los bailongos de Barracas al Sur y de la Isla Maciel, junto con otro al que apodaban “P.B.T.”.

Ratti, César: Actor. Fue, además, un eximio bailarín de tangos. Solía bailar con Olinda Bozán. Nació en Buenos Aires, el 24 de septiembre de 1889 y falleció en la misma el 13 de julio de 1943.

Reina, Yolando: Bailaba con la mulata María Celia Romero, a la que llamaban “María Celeste”.

Saborido, Enrique: Con la hermosa Lola Candales, uruguaya como él y su musa inspiradora, se hace bailarín de tangos. Así, en 1908, con el auge creciente del tango, pone una academia de baile en Cerrito 1070, la que regentea hasta 1912. En ese año decide ir a París con otros tangueros. Lo acompaña Carlos Vicente Geroni Flores, también pianista. Saborido enseña a bailar tangos a la aristocracia europea y, además, llegó a lucir su estampa de bailarín profesional en el Royal Theatre de Londres y en el Savoy de París. Solía recordar como buenos bailarines a Jorge Newbery, a su entrañable amigo Alberto J. Mascías, a Alberto Lange, a Edmundo Hileret y a Martín Anchorena.

Scudín, José “El Moscovita”

Serrano Podestá, Oscar

Silva, Manuel

Simara, Bernabé

Sorcio, Ángel “El Yesero”

Supparo, Atilio

Taihei Kobayashi

Taurel, Pancho: Citado por Domingo Greco como muy buen bailarín entre la muchachada de gente bien.

Tedín, Virgilio (Diego): Tenía fama de “bacán”.

Todaro, Antonio

Torres Agüero: Figura entre los bailarines bacanes junto a Pereyra Lucena y el Pibe Gascón.

Undarz, Bernardo: (Los Undarz) “El Mocho” Bailaba con Amelia Undarz, “La Portuguesa” y su nombre artístico era “Los Undarz”. Nació en Avellaneda y murió en Córdoba, víctima de la tuberculosis igual que su esposa.

Veltri, Luisito

Víctor: Compañera de baile: Mónica.

Videla, Julio: Uno de los bailarines más elegantes de su época. Solía bailar en el Marabú, a principios de la década del cuarenta, donde era famoso por su manera de pararse y de caminar el tango. Los más mentados bailarines de entonces lo admiraban; frecuentemente le hacían rueda. Su orquesta preferida era la de Carlos Di Sarli. Era de Villa Urquiza; vivía en Andonaegui 2520. Falleció en la primavera de 1970.

Virulazo (Jorge Martín Orcaizaguirre)

Vitulo: Citado por Domingo Greco, como uno de los distinguidos bailarines de la época del novecientos.

Williams Hermanos.

Zotto, Miguel Ángel: Bailarín y coreógrafo. Nombre de su compañía: Tango X 2. Posiblemente, el más destacado en la actualidad por sus novedosos pasos, su coreografía y su capacidad en organizar espectáculos de calidad.