Por
Héctor Lorenzo Lucci

El perrito de la Victor

an transcurrido ya 93 años desde la aparición del emblema que hizo a un perrito fox-terrier, llamado Nipper, convertirse en el perro más popular y conocido del mundo.

Las circunstancias sumadas a las coincidencias, jugaron a favor de Nipper para que él fuera el integrante más importante, del símbolo comercial más famoso y conocido hasta el presente. La feliz idea del pintor inglés Francis Barraud de plasmar con óleo en la tela, la escena que observó repetidas veces en su casa, tuvo su origen cuando recibió como herencia entre otras cosas, un fonógrafo con cilindros de cera y el perrito Nipper que pertenecieron a su hermano, fallecido poco tiempo antes.

Fue así que, cuando Barraud reproducía ese fonógrafo uno de los cilindros, grabados con la voz de su hermano, observaba que Nipper se acercaba a la bocina y mirándola escuchaba atentamente la voz de su antiguo amo. Tal cual ese momento, fue pintado por Barraud. Tan simple como auténtico su título His master's voice (La voz de su amo), ocurrió en el año 1895.

Tiempo después esa obra fue ofrecida por su autor a la Edison Bell Co. de Londres, pero la oferta fue rechazada por esa compañía, inventora del fonógrafo a cilindro. Ante esa negativa de compra, Francis Barraud decidió entonces colgar el cuadro en una de las paredes de su taller.

Allí permaneció durante cuatro años hasta que enterado de dicha obra, se presentó ante el pintor el señor William Barry Owen y le sugirió a Barraud que reemplazara el fonógrafo a cilindro de Edison de 1877, por el gramófono a disco inventado por Emilio Berliner en 1888. Barraud así lo hizo. Sobre la figura del fonógrafo pintó la del gramófono. Era en 1899 y la obra adquirió ese mismo año, la pequeña y modesta Gramophne, en la que William B. Owen se desempeñaba como gerente de relaciones y propaganda.

Fue a partir de la adquisición de tal obra que ambos, la compañía Gramophone y Nipper comenzaron a mostrarse y hacerse famosos en el mundo entero pues todos los productos fabricados por la compañía, llevaron sin excepción impresos o moldeados ese simpático emblema que cumplirá en este decenio, su primer siglo de existencia.

Desde las primeras grabaciones acústicas sobre matriz de cera hasta las actuales láser, compactas o digitales, llevaron, llevan y seguramente llevarán a Nipper sentado frente a una bocina como símbolo de la grabación y reproducción del sonido.