Por
Nélida Rouchetto

Dragone - Un eterno viajero

u nombre completo es Nicolás Jorge Dragone y nació en General Villegas, provincia de Buenos Aires, el 12 de febrero de 1927.

«De mis pagos salí cumplidos los quince años para venir a la Capital. Traía el tango en mis venas. Puedo decir hoy, que yo también fui embajador argentino, claro que sin cartera, con nuestra música como escarapela en la solapa cada vez que actué en el exterior. Tal vez por eso fue que mis paisanos me distinguieron como Ciudadano Ilustre de Villegas.

«En mi pueblo estudié la primaria y parte de la secundaria, y me incliné por el piano atraído por la música. Teoría y solfeo no faltaron. Debuté a los 12 años en una orquesta y tocábamos todos los ritmos en boga y, cuando llegaba el tango para los bailarines, desde el piano remarcaba un estilo mezcla de Juan D'Arienzo y Rodolfo Biagi.

«En 1943, viajé a Buenos Aires y, enseguida, ingresé al trío que dirigía con gran éxito Antonio Sureda desde el bandoneón, con Oscar Valpreda en violín y yo, un novato, reemplazando a Carlos Figari. Me fui haciendo del oficio, alterné en orquestas como la de José García y sus Zorros Grises, por la de Edgardo Donato. Con la audacia natural de la juventud, a los 19 años, formé mi primera orquesta, fue en 1946 para actuar en Radio Mitre. En 1948, pasé al conjunto de Toto Rodríguez que tenía como cantor a Alberto Marino. En 1950, sólo por unos meses, reemplacé al pianista Héctor Grané en la orquesta de Pedro Laurenz. También pasé por la de Juan Sánchez Gorio y, entre 1951 y 1952, toqué con Florindo Sassone, el cantor era Rodolfo Galé.

«Cuando ingresé a la orquesta de Ángel Condercuri que acompañaba a Alberto Castillo, los arreglos musicales los hacía el violinista del conjunto Natalio Lamicela. Me quedé desde 1954 hasta 1960. Esta labor la alterné, durante 1957, dirigiendo mi propia orquesta para acompañar a Argentino Ledesma, con quien estuvimos en el carnaval de ese año en el Club Atlanta y, en junio, grabamos el primero de mis longplays. Trabajamos sin descanso, grabaciones, radios, y mis primeros viajes al exterior, fuimos a Chile y Perú.

«Recientemente, estuvimos con el bandoneonista Cacho Giannini en el recital de la Orquesta Sinfónica de Bahía Blanca, su director Mario Grossi, de mi repertorio como compositor incluyó dos temas, “Tangorama” y “Espacial”, además escribí todos los arreglos de las diversas obras que interpretó. Para el cierre tocamos “El día que me quieras” con Suárez Paz como violín solista. Y este año 2000 vuelvo a Chile y Europa.

«Digo vuelvo porque en 1996 y 1997 viajamos a Alemania y Suiza y al año siguiente a Bélgica, Holanda, Noruega, Austria y Alemania. Ahora voy con mi sexteto, me acompañan Cacho Giannini y Celso Amato (bandoneones), Eduardo y Diego Malaguarnera (violines), Juan Carlos Estévez (contrabajo) y en canto Héctor Omar.

«Recuerdo que mi primer viaje por Latinoamérica lo realicé a Colombia, en 1977, siempre en la fecha de Gardel, en total fueron doce viajes hasta 1995. Actuamos también en Perú, Ecuador. A Méjico llegué acompañando a Hugo Del Carril en 1973, estuve seis meses, allí lo encontré radicado a Celso Amato que nos ayudó a armar el grupo musical. Volvimos con Hugo en 1982. Tocamos en Nueva York, Venezuela y otra vez en Méjico, terminamos por Perú y Brasil.

«Mi historia con Japón se inició cuando en 1967 integré el Quinteto Gloria, que dirigía José Libertella, el otro bandoneón era Carmelo Gentiluomo, Claudio González en violín y Rafael Ferro en contrabajo. Éramos el marco para la presencia de Edmundo Rivero, que era la figura convocante, nos presentamos en varios teatros. Volví en 1983 con un trío, junto a Eduardo Cordobez (bandoneón) y Juan Carlos Estévez (contrabajo), nos presentamos en una cadena de hoteles y acompañando a voces femeninas japonesas. Fueron 40 días, esto se repitió al año siguiente. Otra vez en 1987, pero ahora con el cantor Enrique Dumas, dos parejas de bailarines y el Cuarteto del Centenario, dirigido por el guitarrista Eduardo Valle. Para entonces formé un sexteto. Previamente, en 1986, en Buenos Aires, a pedido de un empresario de Japón grabamos 16 temas.

«En 1990, volví a Japón con la Orquesta Símbolo «Francisco Canaro», dirigida por Oscar Bassil, como cantor estaba Daniel Cortés y la presencia especial de Virginia Luque. Los muchachos retornaron pero yo me quedé actuando con otros músicos. También estuve tres años seguidos, hasta 1993, en este caso, para buscar músicos japoneses para acompañar a la cantante Minami Kohara, quien previamente había estado en Buenos Aires y contrató a una pareja de bailarines, Jorge Biurret y Fabiana Dragone, mi hija. Finalmente, volví nuevamente en 1998.

«Acompañé en giras y en grabaciones a numerosos cantores, destacados: Héctor Mauré, Mario Bustos, Alberto Morán, Carlos Dante, Floreal Ruiz, Jorge Valdez y, también, a cantidad de nuevos muchachos a los que traté de alentar y brindarles mi experiencia tanguera».

Reportaje extraído de la revista De mis pagos, año 2000.