Te quiero Buenos Aires

Tango

Te quiero Buenos Aires y a tu cielo
que trasnocha jugando en cada esquina
tras la bruma la noche se adivina,
cubierto el adoquín de terciopelo.

En tus calles abiertas al desvelo
desmaya una farola mortecina
apuesta con sus rayos de opalina
a cubrirme los hombros con su velo.

No sé si vos y yo somos iguales
o tu luna me clava el aguijón,
cuesta arriba trepando los umbrales
yo sigo por su luz encandilada,
igual que cuando estaba enamorada
de aquél beso fatal del metejón.

Te quiero Buenos Aires y en mi vuelo
encuentro tu nostalgia que se obstina
en besarme a través de la neblina
de los pasos audaces de mi anhelo.

Algún fueye que gime un tango en celo
en el patio estrellado de rutina
de la novia que espera ansiosa y fina
que un motivo de amor le de consuelo.