Sobre el filo

Tango

Los dueños del dinero son indignos, serviles,
que privan al obrero con decoro vivir,
ignoran que la muerte más tarde o más temprano
a toda su avaricia pondrá su justo fin.

Los cheques en sus manos, manifiesto arrebato
proyecto irresponsable de un credo de maldad
al filo de la crisis recitan sus plegarias
en templos que los pobres jamás han de pisar.

Celebran sus discursos
proféticos bufones
románticos en cuotas
de la milagrería.
Mientras mis compañeros
en rituales de hambruna
con pasos anhelantes
por las calles desfilan.

Guaridas como abismo donde goza el dinero
con ídolos de barro de vehemencia bravía.
La luna se suicida cuando muere algún niño
sobre el piso de tierra mojado de una villa.

La falta de trabajo enajena la audacia
y a todos en el vuelo de breves divagantes
los tornan en linyeras en esta patria esclava
codicia de unos pocos de ambiciones constantes.