Jaula de oro

Ojos hondos de misterio
soñadores ojos negros
insinuantes del placer
de amor;
Ojos llenos de ternuras,
promisores de dulzuras
infinitas, que soñé
sin par.
Luz piadosa de ilusiones
que enciende los corazones,
y los impulsa a soñar
su bien.
Por esa gloria hechicera
¡canta un alma pordiosera
en las redes del amor!

Fue una tarde al declinar
cuando enciende el amor
sus altares de luz
y de pasión,
que me vencieron tus ojos
alma y corazón,
en un instante ideal
de comprensión.
Y esa tarde al palpitar
en mi mundo interior
la caricia augural
de la ilusión,
¡ansias tuve de echarme a cantar
y al quererlo me puse a llorar!

Ojos hondos de mi amor,
bellos ojos de pasión
a cuya luz escalé
mi edén.
Fuego azul de mis visiones
libro fiel de una infinita
sugestión.
Yo deshojo de emoción
ante su ara pasional,
la divina flor ideal
que arruga en el corazón…