La canción de la mugre

Poema lunfardo

Mi macho es ése, que ves, ¡pinta brava!
de andar candombe y de mirar tristón.
Su pañuelo oriyero lo deschava
y lo vende su funyi compadrón.

Milonguero, haragán y prepotente,
mancusa al verres y pasa a lo bacán.
Las horas las divide entre el far-niente,
la timba, la gayola y el gotán.

Ortivan los otarios de yuguillo
que me insulta, me casca y cafichea.
¡Mejor! De ellos me tira su bolsiyo,
y de mi macho, todo lo que sea.

Remanyado canchero en la avería,
su vida de malevo es un prontuario.
Él me enseñó las dulces pijerías
para engrupir debute a los otarios.

El precio de mi cuerpo en los amores
le da chele en su vicio, el escolazo,
y aplaca como nada los furores
que me anuncia casi siempre el cachetazo.

¡Ese es mi hombre! Canallesco, inmundo,
es mi vida, mi morfi, mi pasión.
No lo cambio por todo lo del mundo...
Sus biabas me las pide el corazón.