nduvo muchos caminos antes de llegar a la fama, que por cierto la tuvo y muy bien ganada, en ambas márgenes del Plata y también allende el Atlántico, en la Madre Patria, adonde llegara un día de 1929 invitado por el célebre aviador Ramón Franco a quien cantó la proeza de su travesía con el Plus Ultra, en 1926 a estas playas, obsequiándole éste, una valiosísima guitarra española a raíz de un pedido que por carta le hiciera en el año 1927.

Empieza con guitarra y canto de adolescente en los cafetines suburbanos de Montevideo y por 1910, más o menos, cruza el Mar Dulce de Solís y en Buenos Aires conoce a Gabino Ezeiza y a José Betinotti entre muchos otros payadores y con ellos actúa.

Recorre todos los confines argentinos y de su tierra charrúa en compañía de otros payadores, cantores y guitarristas que luego tuvieron envidiable fama, tales como José María Aguilar, Roberto Fugazot y Humberto Correa, tres compatriotas que se iniciaron con él.

El Parque Goal de la Avenida de Mayo fue el cenáculo criollo donde dictó por años cátedra de canto y payada junto a Ambrosio Río, Manuel Terán y otros renombrados.

Por esa época era uno de los pocos buenos que quedaban (ya se iba perdiendo el arte payadoril) y como otros contrapuntistas empezó a publicar sus versos y así salió La Leyenda del Mojón, décimas que son sin duda alguna de las más populares en las campiñas rioplatenses: «Llovía torrencialmente —y en la estancia del Mojón, como adorando el fogón— estaba tuita la gente...».

Con ese mismo título se filmó en Rosario una película ajustada al relato, que al ser estrenada el 16 de noviembre de 1929 en el cine-teatro La Bolsa, él asistió al estreno y animó la velada desde el escenario con sus cantos y su guitarra.

Dejó su voz grabada en discos Victor y Odeon.

A él pertenecen, entre muchas otras, “Recuerdos de mi madre” y “Quemá esas cartas [b]” que, musicadas después de su muerte por otros, obtuvieron buena popularidad como valses; “El rebenque fatal”, milonga que grabó Ignacio Corsini; “China hereje”, canción que llevaron al disco el citado cantor y Carlos Gardel, quien grabó también su tango “Flor campera” que tiene música de Aguilar.

Conoció a Gardel y a José Razzano en sus primeras andanzas porteñas cuando aún aquellos no estaban unidos en dúo. De ambos fue entrañable amigo.

Carlos Gardel le cedió su fotografía con esta dedicatoria: «Al gran cantor uruguayo el más popular e insuperable payador sentido y buen amigo, Juan Pedro López, sinceramente».

Juan Pedro López nació en Echevarría (Canelones-Uruguay) el 15 de agosto de 1885 y falleció en Montevideo (Unión) el 25 de enero de 1945.