Barrio Piñeiro

Poema lunfardo

Tangotexte: Dante A. Linyera

¡Barrio Piñeyro!, barrio malevo,
rincón papuso del arrabal,
en tus callejas mi canto nuevo
supo ser macho como un puñal.

En tus esquinas reas, cordiales
-como un acento sobre la i-,
los farolitos tradicionales
vieron más de una tragedia así.

Barrio de guapos, barrio de filos,
cancha maleva del jarangón;
cuerdas de tangos, lazos de estilo,
te atan con nudos a mi emoción.

De noche se oyen en tus cuadraos
las cachetadas que al suelo dan
las zapatiyas de los pesaos
que por las calles cruzando van.

Se oyen los tangos enronquecidos
que los diez labios de un bandonión
largan al aire como quejidos
que se espiraran de un corazón.

Y hasta el huraño, fúnebre aullido
de algunos perros, hace temblar,
mientras de lejos yega el silbido
de un calavera que va a su hogar.

Barrio que alegran los colorinches
de las pebetas que usan percal,
causa y efecto de los bochinches
de los tenorios del arrabal.

Cruzado a tajos como el escracho
de un guapo al ñudo, barrio cantor,
por tus aceras lucen los machos
como banderas su lengue en flor.

¡Ah, tus callejas, tristes y oscuras
amalevaron mi juventud,
fueron la cuna de mis locuras
y hoy son pa' mi alma como ataúd!

Porque en tus barrios encrucijaos
cierta mañana la vi pasar
ante la vista de los pesaos
que desde entonces saben llorar.

Por eso cantan en su vigüela
el tango esgunfio que canto yo,
porque si un día pasó la grela
desde ese entonces nunca volvió.

Barrio malevo que hoy luto viste
porque se ha muerto tu corazón,
dende ese día que un guapo triste
se sintió bueno de sopetón.

Barrio Piñeyro: donde se ayunta
la seda fina con el percal,
hasta tus calles dentran en punta,
¡dentran en punta como un puñal!