Salvador Merico

Nombre real: Merico, Salvador
Violonchelista, pianista, trombonista, director y compositor
(24 diciembre 1886 - 15 mayo 1969)
Lugar de nacimiento:
Andria (Barletta-Andria-Trani) Italia
Por
Orlando del Greco

legó al país en 1910 integrando la orquesta italiana D'Aló que inauguró el Parque Japonés que funcionó en el viejo Paseo de Julio; a los tres meses regresó a Europa, casóse y volvió a la Argentina para no dejarla en su vida.

Al año siguiente integró la orquesta del Teatro Colón hasta 1915 y desde este año la de la Asociación del Profesorado Orquestal (A.P.O.) hasta 1922. Pero en 1920 formó una de las primeras jazz que hubo por estos lugares, para intercalar su labor con lo clásico, y actuar en los cabarets. Esta jazz, llamada Merico Jazz, la componían músicos celebrados como Oreste Castronuovo, Juan José Castro, Emilio Castronuovo, Fausto Caucia, Roberto P. Arena, Félix Toscano, Roque Saraceno, etc.

Con esta formación, cambiando a veces de músicos, debutó en el Teatro Nacional en el año 1922 llamado por su empresario Pascual Carcavallo; sala en la que estuvo hasta 1932 y en cuyo lapso de tiempo secundó a figuras del tango como Azucena Maizani, Tita Merello, Libertad Lamarque, Olinda Bozán, Ignacio Corsini, Charlo y tantos otros.

Su actuación en el Nacional la intercalaba amenizando cabarets y bailes como los de carnaval del Teatro Cervantes o los del Teatro Coliseo; entre los cabarets el famoso Chantecler se cuenta en la lista de los que supieron mantener su prestigio teniéndolo en cartelera.

Por 1930 grabó en discos Columbia e hizo radio.

Escribió la partitura musical de numerosas obras teatrales firmadas nada menos que por Vicente Martínez Cuitiño, Carlos Max Viale, Vicente Retta, Manuel Romero, Germán Ziclis y muchos otros no menos famosos.

Con texto de César Tiempo escribió el ballet Andrómeda estrenado en el Politeama por Concepción del Valle y fue reclamado asimismo para acompañar a figuras estelares internacionales como Marta Eggerth, Lupe Vélez, Rosita Moreno, Amelita Vargas.

Amigo de Alberico Spatola, el notable músico autor de los tangos “El 13” (“Trece”) y “El 16”, dedicóle en 1913 su primer tango llamado precisamente “Spatola” y ocho años después recién compuso el segundo que intituló “Gracia porteña” y lo grabó en Victor Osvaldo Fresedo. (Nota de la dirección: En realidad el tango “Spatola” fue compuesto por Alberto Crosa).

A los citados agregó una larga nómina que extraemos desde el olvido pero que en su tiempo fueron interpretados y grabados por los mejores cultores del tango: “Tanita de la proa”, “Dejálo”, “Alhaja falsa”, “El desdeñoso”, “Cursilona”, “Labios de fuego”, “La tarasca”, “Sin rumbo”, “Se necesita un amigo”, “Esperanzas”, “Viejos Corrales”, “Oración de amor”, “Pajarito de un ala”, “La bandera del amor”, y entre rancheras, valses, fox-trots y otros ritmos, aquellos que dejó grabados Carlos Gardel y que son sus éxitos de siempre “Por dónde andará”, “Paquetín paquetón”, “Titiriteros”, “Seguí mi consejo” y “De todo te olvidas (Cabeza de novia)”. Siempre afirmó que su tango “Toque de oración” también fue impreso por Gardel pero que por rotura de la matriz correspondiente le privó a la posteridad de poseer semejante reliquia.

Sus composiciones fueron estrenadas en su mayoría en los escenarios, el del Teatro Nacional especialmente, y llevan versos de Manuel Romero, Atilio Supparo, Germán Ziclis, Carlos Dedico, Eduardo Beccar, Eduardo Trongé, Yamandú Rodríguez, Héctor Pedro Blomberg, Martínez Cuitiño, Diego Novillo Quiroga, Viale Paz.

Conoció a Carlos Gardel cuando integraba la orquesta del Colón con la que acompañó al gran Enrico Caruso en Buenos Aires, Montevideo y Río de Janeiro en 1915.

Habían actuado en la capital uruguaya y al embarcar para Río se encuentran, él y sus compañeros, con la Compañía Dramática Rioplatense que viaja también al Brasil y cuyo elenco integran Gardel y Razzano. Es testigo a bordo del Infanta Isabel, así se llamaba el buque que los llevaba, de cuando el gran Caruso felicita a Gardel al oírlo cantar diciéndole: «¡Molto bene!... Bella voce...».

Después el tiempo se encargó de unirlos en una amistad sin límites en la lucha común por el tango.

Merico nació en Andria (Bari, Italia) el 24 de diciembre de 1886 y falleció en Buenos Aires el 15 de mayo de 1969.