Por
Abel Palermo

ació en el barrio de San Cristóbal en la ciudad de Buenos Aires. Siendo un adolescente estudió canto con el maestro Eduardo Bonessi.

A principios de 1933, LR 10 Radio Cultura organizó un concurso de cantantes. Bonessi preparó para el evento a algunos de sus alumnos y los presentó en el certamen. El joven Alessio resultó triunfador y, como premio, fue contratado por la emisora.

En una actuación lo escucha Azucena Maizani, quien lo presenta al director artístico de LR3 Radio Belgrano, don Pablo Osvaldo Valle y es contratado para actuar en la prestigiosa radio, acompañado por el trío de guitarristas estables de la emisora dirigidos por Pascual Avena.

En 1935 es requerido por Edgardo Donato, quien contaba con las voces de Antonio Maida, Alberto Gómez y Hugo Del Carril. Alessio debuta en el disco con los tangos: “Dios lo sabe” y “Rosalinda”.

Participó con esa orquesta en la película Picaflor, cantando el tango que lleva el nombre del film y que luego grabara comercialmente. El 16 de junio vuelve al surco con “El día que me quieras”, de Carlos Gardel y Alfredo Le Pera.

El 25 de mayo de 1936, en celebración del aniversario de la Revolución de Mayo de 1810, la compañía discográfica RCA-Víctor realiza en el Cine Ambassador un importante festival con la participación de todos los artistas del sello. En representación del tango, actúan Osvaldo Fresedo con Roberto Ray, Juan D'Arienzo con Walter Cabral, Francisco Lomuto y la voz de Jorge Omar y Edgardo Donato con Juan Alessio.

En 1937 se incorpora a la orquesta de Antonio Arcieri, pasando al año siguiente a la de Antonio Bonavena.

En 1939 actúa en Radio Belgrano con Gerónimo Sureda, cuyo pianista era Carlos Figari, ocasión a partir de la cual comienza a utilizar el nombre artístico Jorge Ortiz.

En 1940 es convocado por Rodolfo Biagi para suplir al cantor Andrés Falgás. El 19 de junio de ese año, graba el tango de Francisco Canaro e Ivo PelayTodo te nombra”. A partir de ese momento, nace un binomio que durante tres años se convertiría en uno de los rubros importantes de la década del 40. El cantor pasa a ser la voz emblemática de la orquesta, destacándose por su personalidad y su modo expresivo y melodioso.

El sello Odeon lograba imponerse en el mercado gracias al éxito producido por el binomio Biagi-Ortiz. Entre los temas más destacados, podemos citar: “Humillación”, “Por un beso de amor”, “Misa de once”, “Zaraza”, “Carillón de La Merced”, “Indiferencia”, “Si de mí te has olvidado”.

Es tentado por Miguel Caló para ocupar el lugar dejado por Raúl Berón y cambia de orquesta. A los pocos días, el 19 de enero de 1943, graba el tango de Aníbal Troilo y Homero ManziBarrio de tango” y “Pa' que seguir”, de Fiorentino y Pedro Lloret, y, al día siguiente, de Armando Ballioti y Santiago AdaminiA las siete en el café”. Posiblemente, su obra más lograda con Caló.

Compartía el escenario con el joven cantante sanjuanino Alberto Podestá, quien al mes siguiente se desvincula de la orquesta para incorporarse a la del maestro Pedro Laurenz. En su lugar es contratado quien, con el tiempo, se convertiría en la voz más representativa de la orquesta de Caló y uno de los ídolos consagrados en Colombia y Latinoamérica: Raúl Iriarte.

Lamentablemente, el paso de Ortiz por la orquesta de Caló no tuvo el éxito esperado. Ese es el misterio del tango, no alcanza armar una orquesta con los mejores instrumentistas y un vocalista de nivel, es fundamental la conjunción de los estilos y el entendimiento entre la orquesta y el cantor.

La relación duró sólo seis meses. Su última presencia discográfica fue la milonga de Enrique Francini y Homero ExpósitoPobre negra”, el 10 de junio de 1943.

Al desvincularse de Caló, parte contratado a Brasil. Luego pasa a Venezuela y, finalmente, a Chile, terminando esta gira en el mes de noviembre de 1944.

El 2 de enero de 1945 se reintegra a Biagi, la orquesta de sus grandes éxitos y el 24 de enero de 1945 graba el tango de Gorrindo y Biagi “Magdala” y en el reverso “Yuyo verde”, de Homero Expósito y Domingo Federico, que se transforma en un éxito extraordinario.

Este reencuentro dura muy poco. El misterio de la desvinculación definitiva de este exitoso binomio nunca se pudo dilucidar.

En 1946 reaparece Jorge Ortiz, en la Confitería Marzotto de la calle Corrientes, oportunidad que formó rubro con el bandoneonista Jorge Argentino Fernández y su orquesta. Luego forma su propio conjunto, dirigido por el ex-bandoneonísta de Biagi, Adolfo Grippo.

Durante 1947 y 1948, actuaron en Radio Splendid, bailes y giras por el interior del país. En 1949 parte de gira por toda América, eligiendo a Brasil como lugar de residencia.

Regresa en 1952 y graba en discos Pampa-Odeon, con la orquesta dirigida por el maestro Ricardo Pedevilla el tango “Misa de once”. Luego de algunas actuaciones en 1953 se retira de la actividad profesional, regresando a la actuación en 1957 en Uruguay, con la orquesta local de Esteban Martínez —Pirincho—, actuando en distintos espectáculos y en la emisora Radio Carve de Montevideo.

En 1959 viaja nuevamente a Brasil, donde era muy reconocido. Es curiosa la atracción que Ortiz generaba en el público de Río de Janeiro. Junto a Charlo y Alberto Marino, fueron los cantores de tango que mas éxito tuvieron esa hermosa ciudad. Jorge sentía un cariño especial por Río, donde decidió radicarse definitivamente.

Ya en los finales de su carrera, en 1975 se presentó en Colombia, en un homenaje a Gardel organizado por su amigo Raúl Iriarte. Su última actuación en Buenos Aires fue en 1979, en el Canal 11 de televisión, en el programa Ronda de Ases conducido por el animador Héctor Larrea y acompañado por la Orquesta Símbolo Rodolfo Biagi, compartiendo el escenario con Hugo Duval, el otro importante cantor del maestro Biagi.

En 1983 viaja nuevamente a Colombia donde, además de actuar, graba un LP para el sello Sonolux, con una orquesta típica local, con la participación de músicos argentinos.

Jorge Ortiz murió de un síncope cardíaco a los 77 años, pero su recuerdo sigue entre nosotros a través de sus grabaciones: 4 temas con Edgardo Donato, 37 con Rodolfo Biagi, 7 con Miguel Caló, 1 con Ricardo Pedevilla y 12 grabadas en Colombia.