José Razzano

Nombre real: Razzano, José
Seudónimo/s: Pepe El Oriental, Orientalito
Guitarrista, cantor y compositor
(25 febrero 1887 - 30 abril 1960)
Lugar de nacimiento:
Montevideo Uruguay
Por
Orlando del Greco

a niñez, como así la adolescencia, lo unió a Roberto Casaux y a Samuel Castriota, primer actor de nuestro teatro y notable compositor popular —respectivamente—, en la parroquia de Balvanera Sur, mientras ensayaba sus primeras posturas de cantor.

En 1903 lo encontramos en los centros gauchescos recorriendo los corsos de los carnavales de entonces: El Pacará —primero—, luego Los Pampeanos, y de allí a los conjuntos filodramáticos. Fueron sus compañeros de aquellos comienzos, además de Casaux y Castriota, José Franco, los hermanos Petray, Estela Diana, Ada Cornaro, Julio Guillán Barragán, Amaro Giura y otros que llegaron a destacarse en el teatro y la canción.

Por mediación de un amigo, conoce en 1911 a Carlos Gardel en casa de un pianista apellidado Gigena situada en la calle Guardia Vieja del barrio del Abasto.

Unido a Gardel, Francisco Martino y Saúl Salinas recorre la provincia de Buenos Aires y La Pampa en breves giras, donde les va mal monetariamente, pero les sirve para templar sus voces y sus vocaciones artísticas.

Invitado por su amigo Pancho Taurel una noche del verano de 1913 a cantar en una rueda de amigos, acude acompañado por Gardel a la Confitería Perú y de allí a una casa de la calle Viamonte a cenar. Luego de la cena y entusiasmada la reunión con el canto a dos voces de ambos, resolvieron seguirla en el Armenonville, donde a la postre fueron contratados para actuar en ese renombrado cabaret, lugar donde quedó formalizado el que sería más famoso de todos los dúos criollos, el de Gardel-Razzano.

Al año siguiente, 1914, debutan en el Teatro Nacional como fin de fiesta en la compañía de Elías Alippi y Francisco Ducasse. Después otras compañías, otros teatros, giras al interior, Montevideo y también San Pablo y Río de Janeiro, en Brasil.

Con el comienzo de la impresión de discos en la Odeón Nacional en 1917, el dúo ya está firmemente encaminado, hasta que da el formidable salto a España en 1923 con la compañía teatral de Matilde Rivera y Enrique de Rosas, para actuar en los teatros Apolo y Price de Madrid.

En el año 1925 deja de cantar pero sigue al lado de su compañero como asesor varios años más, hasta que se distancian definitivamente. Reaparece grabando algunos discos por 1929 y al tiempo visita Cuba como secretario artístico de Charlo.

Respecto a sus condiciones de autor y compositor, las mismas son discutibles, pues buena cantidad de las canciones que figuran como pertenecientes al dúo, son de otros autores, compositores, poetas, payadores, etc. o del acervo popular.

De su correspondencia con su antiguo compañero mientras éste actuaba en el viejo mundo, reproducimos una carta que Carlos Gardel le enviara desde París:

«Mi viejo y querido Pepe. Ayer estuve dos horas, entre copas, charlas y jarana, en El Garrón de la Rue Fontaine. Es un bodegón como los del Once, ni más ni menos. Pero en estos días se llena de franchutes, de americanos, hasta de japoneses, con un cargamento impresionante de plata. La fiebre del tango los lleva allí. Yo me acordaba de aquel debut del dúo Gardel-Razzano, en el viejo Armenonville... ¿Te acordás del julepe que tenía? Ahora aquí, convertido de repente en un señor, me doy cuenta de que, con todas las fulerías que pasamos, en el viejo Armenonville estábamos entre gente igual a nosotros, que sentían el tango tanto como nosotros mismos. Aquí, en cambio, el gotán es una moda pasajera y caprichosa como todas. Enterate: para cantar tangos, hay que vestirse de gaucho.

Y bueno, para no cambiar de tema, te sigo contando. El Garrón de que te hablo es propiedad de Pizarro, aquel bandoneonista que me presentaste hace tiempo. Su socio no es otro que el mismísimo Tano Genaro, que cada día toca mejor el bandoneón y está teniendo un éxito fabuloso aquí en París. En suma: un montón de argentinos alrededor de una mesa hablando del lejano y querido Buenos Aires. Al rato todos lagrimeaban...

En tu carta me pedís que te cuente algo de mis actuaciones. Vos sabés que me gusta poco hablar de mí mismo, pero en fin... Estoy actuando en el famoso teatro Empire. El empresario, hombre que es un verdadero lince para los negocios, me trabaja de fino. Como mi contrato con él termina dentro de pocos meses, ha empezado a mandarme regalos, a tratarme como si yo fuera el Maharajá de la India. Quiere que el contrato se estire unos meses más. Yo le dije que va muerto. Tengo que ir a Estados Unidos a filmar. A propósito, parece que la película se va a llamar Melodía de arrabal o algo por el estilo. El flaco Le Pera está escribiendo el argumento, que es una maravilla. En cuanto a plata... todo lo que diga es poco. ¡Qué lejos están aquellos doscientos pesos por noche que solían pagarnos en Buenos Aires años atrás! Habrá más que suficiente para varias boleteadas en San Isidro, a manos de nuestro querido Leguisamo. Pero sobre todo, y eso lo sabés igual que yo, hermano, para que la vieja pueda darse todos los gustos, todos los lujos que le han faltado siempre. Eso es todo por ahora, pero créeme si te digo que no me olvido un momento de José Razzano, amigazo flor, a quien le envía su fraternal saludo, Carlos Gardel».


Años después se produjo el distanciamiento definitivo entre ambos, a tal punto que Carlos Gardel se negó grabarle el tango “Ponchito de vicuña” que le había estrenado por Radio América como así otras cosas. Cuando filmaba en Nueva York, en la correspondencia que mantuviera con sus amigos, Gardel lo recordó muy duramente a su ex-compañero.

Razzano nació en Montevideo el 25 de febrero de 1887 y falleció en Buenos Aires el 30 de abril de 1960.

A JORGE NEWBERY
Estilo

En un abrazo inmortal
la guitarra y el poeta,
sollozan por el atleta
de la aviación nacional...
¡Newbery, el cóndor genial
que fue en sublime locura
a seis mil metros de altura
rompiendo brumas ignotas,
cayó con las alas rotas
en la negra sepultura!

II Parte

Columna del pensamiento
que ha derribado el destino,
ya cada pecho argentino
te consagra un monumento.
¡Titán que al rayo y al viento
desafió en su trayectoria,
no morirá tu memoria
serás grande entre los grandes
aunque el laurel de los Andes
no resplandezca en tu gloria!

III Parte

¡Duerme gran americano,
en sepulcro de granito,
has entrado al infinito
volando en tu monoplano!
Tú, como el mártir cristiano,
mueres mirando a la Esfera;
y como Roldán dijera:
"Quisiste en tu arrebol,
robar el disco del sol
para usarlo en tu bandera".


Letra y Música de: Gardel-Razzano.

De las numerosas canciones que llevan la firma del dueto Gardel-Razzano, hemos escogido este estilo por varios motivos: primero, porque la memoria de este gran deportista merece este pequeño homenaje; segundo, porque fue escrito precisamente a la memoria de Newbery en el primer aniversario de su muerte (1914-1915) y tercero, para dejar debidamente aclarado que Carlos Gardel no lo grabó y menos en 1913, como afirman algunos coleccionistas e historiadores que dicen que las primeras grabaciones de Gardel, realizadas en la marca Columbia, fueran en el año 1913 y no antes, como parece ser, asegurando o poco menos, que una de aquellas impresiones en dicha marca con la voz de Carlitos que no salió a la venta es la de este estilo. ¡Si Newbery murió en 1914, el estilo se escribió a su memoria en 1915, no pudo grabarlo antes!

En cuanto a la fecha que dan como cierta en 1913 de esas primeras grabaciones de Gardel parece no ser verdad: primero, en 1913 ya estaba formado el dúo Gardel-Razzano y muy difícil resultaba que uno de ellos grabara independientemente; segundo, para otros artistas de esa marca que grabaron en el año 1912, Juan Maglio (Pacho) por ejemplo, sus matrices se enumeraban al igual que las de Carlos Gardel desde el 56.000, ¡era anterior sin ninguna duda! Y tercero, porque el mismo Gardel lo dice en el reportaje que le hizo Alfredo Bigeschi.

Fe de erratas: El estilo “A Jorge Newbery” es letra del poeta y actor Eugenio Gerardo López.