ianista, compositor, director; profesor de violín y canto. Hijo del barítono ítalo-uruguayo Emilio Pollero, cuyo verdadero apellido era Fava, adoptando artísticamente el de su señora madre, por lo que él también siguiendo la modalidad del padre usó ese mismo apellido.

Precoz ejecutante de violín, supo desde niño el halago del aplauso. En la música popular, si bien anduvo entreverado en otros conjuntos, sus comienzos formales fueron en la orquesta de Francisco Canaro por 1924 cuando actuaba en el Abdullah Club.

Más tarde, en 1926, formó con Agesilao Ferrazzano la típica Ferrazzano-Pollero para gabar en discos Victor, cuyas versiones se recuerdan aún; fue una gran formación que duró un tiempo pues al volver a Europa su compañero y socio, quedó con orquesta a su nombre con la que grabó en las marcas Victor, Odeon y Brünswick. Dirigió la Orquesta Dacapo para estos discos.

Cabarets como Folies Bergère, Pigall, Tabarín, lo conocieron actuando como también cafés y cines.

Integró asimismo otras orquestas hasta fundar el conservatorio de su nombre. Gran exponente de nuestra música popular, no fue reconocido en sus verdaderos méritos.

Su ingreso formal al tango fue en 1924 con Canaro, pero su cadencia no le era desconocida pues su primera obra la realizó en ese ritmo y se llamó “El chiche”, allá por 1920. En los años siguientes supo acudir en entretenimientos a tocar el piano en ciertos locales como la Pensión Ritana, sita en Esmeralda y Córdoba (era Ritana la esposa del empresario Garesio, dueño del Chantecler y otros locales), lugar donde conoció a Carlos Gardel por 1922 o 23.

A dicha pensión de mujeres irregulares y alegres, acudía Gardel, sin Razzano, con guitarristas y músicos amigos, a pasar las noches, que duraban hasta el amanecer, mientras él cantaba los músicos hacían sonar sus instrumentos hasta que un día las autoridades decidieron cerrar el «negocio».

Mantuvo desde entonces una buena amistad con el cantor, quien retribuyendo, le llevó a la cera del disco sus tangos “Cuando tú me quieras” (en París) que hiciera con Ferrazzano y Francisco Bohigas; “Una tarde” que compuso con el mismo Ferrazzano y letra de Benjamín Tagle Lara; “La última ronda” con versos de Francisco Lozano; “Uno y uno” con letra de Lorenzo Traverso, y según manifestara en vida también grabóle el tango “Trovero” que no salió al público por causas que siempre ignoró.

Es verdadera lástima que el gran Carlitos no grabó “Tiburón” tango hecho en colaboración con el bandoneonista Luis D'Abbraccio y letra de Enrique Dizeo, que al imprimirlo en discos con su orquesta grabaron su estribillo a cuatro voces Agustín Magaldi, Pedro Noda, Antonio Buglione (Reyes) y el italiano Larena.

Recordando a Gardel contó la siguiente anécdota: «Estaba yo una tarde en la casa Max Glücksmann, de los discos Nacional reclamando $ 500,00 que me debían y sólo me ofrecían $ 400,00. Yo insistía en los quinientos, cuando en esos momentos llega Gardel y acercándose me dice: «— ¡Agarrá esa guita antes que se enfríe!». Y antes que se enfriara tomé los cuatrocientos.»

Revisando su obra encontramos piezas en todos los ritmos, destacándose “Brisas camperas [b]” (vals), “Vuelve palomita”, “Solterona”, “Por vos”, “No me jures que no te creo”, “No me dejes” (grabado por Magaldi), “Poema de arrabal”, “Arrepentida”, “No he visto otra igual”, aparte de los títulos más arriba señalados que contaron con los colaboradores nombrados o con Antonio Capone.

Julio Pollero nació en Colonia (Uruguay) el 22 de diciembre de 1898 y falleció en Buenos Aires el 6 de octubre de 1966.