elicado músico, paseó su arte por América y Europa, exponiendo sus grandes cualidades. En Buenos Aires dio una brillante audición en el Salón de Bellas Artes el día 19 de julio de 1931, amén de otras.

En su música clásica se encuentran diversas producciones para orquesta, recordándose Concierto, Llanura, Poema nativo, Canto del chingolo.

La orquesta sinfónica del SODRE de Montevideo, ciudad en la que era muy querido, suele recordar sus obras.

A lo popular aportó varios tangos, entre otros ritmos bailables, recordando a “No seas malo”, “Forastera”, “Gimiendo”, “El quinielero”, los dos últimos grabados por Carlos Gardel a quien conoció en el círculo literario musical de la capital uruguaya que encabezaba el crítico Blixen Ramírez.

Su primera obra registrada en la Asociación General de Autores del Uruguay (AGADU) es la canción “La noche blanca de luna” con versos de Pérez Barba.

Hijo de profesor de música, su padre fue quien lo guió por el sendero del arte desde niño.

Cluzeau nació el 16 de noviembre de 1893 y falleció el 28 de septiembre de 1957 en Montevideo.