l benjamín de los Canaro, la gran familia del tango. Siendo el menor, se vio eclipsado desde el vamos por la fama de sus hermanos, pero algo quedó de lo mucho que hizo por la música popular.

Se hizo músico junto a sus mayores y en 1927 viajó a Francia con Francisco perfeccionándose en el conservatorio Bruselas de París en varios instrumentos. Integró formaciones distintas por breves períodos y dirigió el Quinteto Pirincho a la muerte de su famoso hermano, creador del mismo.

Colaboró con todas las orquestas que sus hermanos formaron y larga fue su actuación en cabarets, cines, teatros, radios y bailables diversos.

Compuso muchos tangos, pero el mejor y el de más popularidad es sin duda “Quiero verte una vez más” que con versos de José María Contursi, cantó todo el mundo. Otros son “Mi querer”, que grabara Carlos Gardel; “Así es el mundo”, “Mirá mi retrato de pibe”, “Hacete el oso”, “Cantemos para olvidar”, “A su majestad”, “Tuyo es mi amor”, “Pena gris”, “Qué yunta”, “Chonguita”, “Quién más que yo”, “Como las flores”, “Quejas del alma [c]”, “El cielo y tú”, “Rosina”, “Nuestro camino”, “Oigo tu voz”, “Corazón de artista”, “Lamento campero”, “Rezagos”, “Don Horacio”.

De aquellos días de París recordó siempre con un dejo de tristeza el hecho de que Carlos Gardel no quiso grabarle su lindo tango “Así es el mundo”.

«—Lo seguí a sol y a sombra para que me lo grabe y no hubo nada que hacer, no lo hizo. Y eso que éramos amigos de años y al tango lo conocía bien». Así recordó este simple hecho que mucho lo apenó en su estada parisién de donde lo espantó la guerra en 1939.

Fue un profesional respetado en el ambiente que trajinó donde se valoraban su capacidad, su hombría de bien y su carácter jovial, cualidades que tanto ayudó a nuestro tango aquí, en Europa, Brasil y otros países americanos en que actuó.

Mario Canaro nació en Buenos Aires el 14 de mayo de 1903 y allí falleció el 19 de junio de 1974.