uchos conjuntos orquestales, «típicos» en su mayoría, integró en su larga trayectoria de andar con el contrabajo de un lado para otro y así actuó en los más famosos «dancings» y cafés de su tiempo: en L'Abaye con Roberto Firpo; en el Montmartre con Francisco Canaro; en el Teatro Ópera con Osvaldo Fresedo; en el Casino con Julio De Caro; por citar algunos de los locales más famosos donde marcó el compás de centenares de tangos en ejecuciones de orquestas de ritmos tan disímiles. Fue un ejecutante muy codiciado por los directores.

Se inició con Eduardo Arolas en 1912-13 y otras formaciones que integró fueron las de Minotto Di Cicco, Juan Polito, Francisco Lomuto, Eleuterio Iribarren, José María Rizzuti, José Tinelli, y entre demás dancings, cafés, y diferentes lugares se contaron Armenonville, A.B.C., Maipú Pigall, Florida, y radios, teatros y grabaciones en todas las marcas.

No compuso mucha música aunque tuvo facilidad para crear nuevas melodías.

Sus primeras obras quedaron olvidadas pero recordamos el fox-trot “Marión [b]” y los tangos “No seas tonta”, “Las cuarenta [b]”, “Quién diría”, “El loco manso”, “La caprichosa [c]”, “Misterio” que con letra de Carlos Camba grabó Carlos Gardel.

A Gardel lo conoció en el Armenonville y al actuar con Fresedo en el Maipú Pigall por el año 1924 una noche abordó al cantor (que con su compañero José Razzano era habitué de dicho cabaret) para hablarle de un tango, que Rizzuti al piano se lo hizo conocer. Como le gustó ahí nomás aprendió su melodía que entregó a Camba allí presente, para que le pusiera letra que días después grabó en discos el inolvidable intérprete: era el tango “Misterio”.

Su hijo Víctor Hugo (Hugo Baralis), alcanzó gran renombre como violinista.

Baralis nació en Cuneo (Turín-Italia) el 22 de diciembre de 1890 y falleció en Buenos Aires el 7 de octubre de 1949.