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iendo muy pequeño comenzó a estudiar violín con un método impreso, en su pueblo natal Grütley Norte (provincia de Santa Fe). Su padre era músico intuitivo, tocaba tangos y otros géneros de la música popular en el bandoneón. Miguel Ángel quería aprender el acordeón —instrumento que fue imposible de adquirir—, por tal razón, su padre compró un violín para que él pudiera acercarse a la música.

Para progresar en el dominio del instrumento comenzó a tomar clases con el maestro Juan Benesovski, en la cercana ciudad de Esperanza. Muy pronto comenzó a integrar orquestas de músicos aficionados que animaban los bailes de la región. Comenzó su carrera integrando orquestas de tango en el año 1957.

Unos años más tarde, se traslada a la ciudad de Santa Fe para perfeccionarse en el instrumento y, en 1966, ingresa a la Orquesta Sinfónica de Santa Fe. En 1969 se integra a la Orquesta Sinfónica de la provincia de Entre Ríos.

Luego de vencer ciertas dificultades técnicas y personales —gracias a la orientación del maestro Salas—, se reintegra a la Orquesta Sinfónica de Santa Fe y, unos años más tarde (en 1976) a la Orquesta del Teatro Colón y desde 1977 a la Orquesta Sinfónica Nacional.

Simultáneamente con su carrera en la música clásica, jamás dejó de pertenecer al mundo del tango. Grabó con los maestros Osvaldo Berlingieri, Néstor Marconi, José Colángelo, Leopoldo Federico, Horacio Salgán, Mariano Mores, Atilio Stampone, Carlos García, Osvaldo Requena, Julián Plaza, Lisandro Adrover, Víctor Lavallén, Roberto Goyeneche, Alberto Podestá, Susana Rinaldi, entre otros.

En 1994 fue convocado como primer violín del espectáculo Forever Tango para su estreno en Beverly Hills. Durante cuatro años integró la compañía Tango Argentino.

En 1998 actuó como solista en el Symphony Hall de Boston con la prestigiosa Boston Pops Orchestra.

Ha desarrollado una intensa labor como músico de sesión junto a figuras como el prestigioso violinista Fernando Suárez Paz integrante del Quinteto de Astor Piazzolla con el que grabó Cuerdas para Piazzolla y Concierto de Nácar junto a la Orquesta Sinfónica de Buenos Aires.

Grabó tres CDs con Forever Tango, además de participar en grabaciones junto a Osvaldo Requena, Lisandro Adrover, y Fernando Marzán entre otros.

En el disco Coincidencias compartió la parte solista con el bandoneonista Leopoldo Federico: “Bendita Buenos Aires”. Además, grabó proyectos propios junto con la pianista Elisa Muñoz: Cristal de Tango y A call from excellence.

Ha interpretado solos en las películas The Impostors dirigida por Stanley Tucci; en el documental de Steven Spielberg Survivors of the Shoah: Visual History Foundation; en Convivencia y La fuga, así como en otras importantes producciones argentinas.

Participó como solista en el musical Tanguera con el Quinteto de Lisandro Adrover realizando importantes actuaciones en Argentina y Europa.

Además integra desde su creación, la Selección Nacional de Tango y fue convocado para participar —junto a las más grandes figuras del tango— de la Orquesta Café de los Maestros.

En el marco del Festival de Tango de la Ciudad de Buenos Aires de 2011, se presentó por primera vez en vivo con su orquesta típica, integrada por Carlos Sanguino, Fabián Bertero, Gustavo Mulé, Gustavo Bertero, Pablo Borzani, María Laura Bertero y Sergio Polizzi en violines, Claudio Melone en viola, Diego Sánchez y Patricio Villarejo en cellos, Horacio Cabarcos en contrabajo, Ramiro Boero en bandoneón y Elisa Muñoz Bertero en piano.

Se presentó, en tal ocasión, el disco A mi querida Buenos Aires, un sentido tributo de Miguel Ángel Bertero a la ciudad cuyos barrios y calles imaginó a través de los tangos que la nombran y que escuchó desde muy pequeño en su pueblo natal, junto a su padre que los ejecutaba en el bandoneón.

El disco fue grabado en los estudios ION, editado por Sony Music y contó con la participación de Leopoldo Federico y Lisandro Adrover.

El maestro Leopoldo Federico dijo sobre Bertero: «Nos conocimos en un estudio de grabación hace varios años y desde ese mismo momento me atrapó su sonido y su calidad de intérprete. Últimamente participó como solista en el disco que grabamos con el querido Osvaldo Requena en una producción con temas de Osvaldo y míos y quedé deslumbrado con los solos que realizó... Del grupo de violinistas que fueron y son los grandes de la historia del tango, Miguel ocupa sin lugar a dudas un dignísimo lugar, siendo reconocido por sus pares. Me siento muy feliz y orgulloso de haber colaborado en su último CD y de ser su amigo».