atricia es cancionista de tango y, en un sentido más amplio, de música ciudadana. Con toda la belleza que la palabra, cancionista arrastra consigo, por lo referido a la música expresada con la voz, y por su referencia a ser realizada por una mujer. Además, estudió la carrera de psicología y la ejerció durante años.

Cuando le pregunto a Patricia por las raigambres propias que la acercan al tango ella responde «Mi viejo era tanguero, mi ciudad —Avellaneda— era esencialmente tanguera, me crié a la vuelta de la fábrica Mallorens y en la zona que rememora el tango “Fosforerita”, territorio de Ruggero, un compadrito muy famoso que era amigo de Gardel». Y agrega, que fue descubierta a los diez años por su maestro de música, que distinguió el caudal de su voz.

El ambiente y los sucesos de la niñez nos dejan la impronta de un colorido esencial, que en el caso de Patricia se hace evidente en su fuerza interpretativa, en su potencia vital y en su poner el cuerpo todo en función de la melodía y del contenido de los bellos y muy actualizados tangos que nos brinda en cada actuación. Ya desde la escuela se acercó al género, con un grupo que aceptaba las influencias del tango joven de Astor Piazzolla, Horacio Ferrer, Eladia Blázquez y Héctor Negro.

Las actuaciones de Patricia Malanca se han venido desarrollando en variados escenarios de Buenos Aires, desde los lugares clásicos como Café Homero, La Botica del Ángel, El Museo Casa Carlos Gardel, el Café Tortoni, bares notables como El Banderín, Los Laureles y hoteles de lujo como el Alvear, el República.

En abril de 2013, se lanza su primer disco La Malanca, con éxito y difusión, y acompañada por músicos de la talla de Osvaldo Belmonte, Quique Condomí, Patricio Bonfiglio, Lisandro Silva Echevarría, Hernán Reinaudo entre otros. Periódicamente, actúa como cantante invitada junto a la Orquesta Nacional de Ciegos Pascual Grisolía presentándose en La Bolsa de Comercio, el Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti y el Teatro del Globo.

También, cantó en el Congreso de la Nación, Centro Cultural Borges, Clásica y Moderna, Auditorio María de Buenos Aires, del Banco Ciudad de Buenos Aires, y a festivales populares de Baradero, Bragado, Cosquín. En 2014, se presenta en el ValparaTango de la Ciudad Chilena de Valparaíso.

Integró Compañías con las que realizó giras a Singapur, Nueva Zelanda y Australia y, en sus orígenes, una gira a Japón con Erika Di Salvo, Walther Castro, y Leonardo Marconi.

Con el trío femenino Muñecas Bravas, ha hecho numerosas actuaciones y recorridos por la costa marítima de Buenos Aires, presentándose en Mar del Plata y Villa Gesell.

Malanca, interpreta —con la pérdida y las ganancias de la vida, hilos de dulzura, dolor, rabia y esperanza—, el entramado de tangos contemporáneos como “Daría”, “Lo que se ha perdido”, “Más cielo” y —en modo apasionado—, clásicos como “Rencor”, “Nunca tuvo novio”, “Romance de barrio”, “Torrente” y “Una canción”, o en su tan celebrada, lograda e intimista versión de “El último café”.

Patricia Malanca, sin dudas una Muñeca Brava; pero muñeca en su belleza de mujer contemporánea que lucha por el lugar de la dignidad femenina, un lugar igualitario, que trasunta en los tangos de tendencias renovadoras. Y brava, en su fuerza arrolladora por el estilo vivencial y entrega de su ser al poner las palabras y la melodía del tango en su garganta; brava cuando dice, sin pudores falsos: «Soy una obrera del tango y así me pienso morir haciéndolo». Ella siempre cantará con la fuerza que viene desde las casas humildes, desde los suburbios porteños, desde su hogar, un conventillo atravesado de canciones populares, cerca de los puertos y las fábricas, que sabe y conoce, es su tierra natal.