Enrique De Lorenzo

Nombre real: De Lorenzo, Enrique José
Seudónimo/s: Pibe de oro
Pianista, director y compositor
(8 julio 1900 - 11 agosto 1951)
Lugar de nacimiento:
Buenos Aires Argentina
Por
Rodolfo De Lorenzo

ació en el barrio de Flores, fue décimo hijo de Gaetano Di Lorenzo, inmigrante italiano de profesión sastre militar y María Romano, ama de casa. Cabe mencionar que cuando su padre ingresó a la Argentina le tomaron mal su apellido y al Di Lorenzo le cambiaron la vocal y lo transformaron en De Lorenzo.

Realizó su educación primaria en el colegio Don Bosco y fue boy-scout. De muy chico, sus padres lo enviaron a estudiar piano y con apenas 13 años y pantalón corto animaba, con su repertorio de tangos, las películas mudas del Cine Teatro Fénix.

Fue en esta época que sobrevino el apodo para el pequeño pianista. En efecto, todas las noches cuando regresaba a su hogar -luego de acompañar con sus tangos las películas-, sus bolsillos venían cargados de billetes y monedas que llamaron la atención de los padres. Esto preocupó de tal modo a Gaetano, que decidió ir a hablar con el empresario dueño del cine. El papá creía que su hijo Enrique andaba en cosas raras. Grande fue la sorpresa cuando escuchó de boca del empresario, que el dinero que llevaba Enrique no era otra cosa que lo poco que le pagaba él y lo mucho que el público dejaba encima del piano, satisfecho con la actuación del joven. Y luego la frase definitoria: «Quédese tranquilo señor, este pibe es de oro».

Una vez, mi tía María Enriqueta —hija de Enrique—, me contó que en Colombia, teniendo ella seis años de edad y encontrándose su padre actuando en Bogotá, este la llevó al teatro para ver a Carlos Gardel. Luego de la actuación, fueron a saludar al Zorzal Criollo a su camarín y lo que le llamó mucho la atención, fue ver a Gardel vestido de gaucho con la chaqueta gris bordada con flores, calzado con botas y luciendo en su cintura, una rastra con monedas de plata. Y todavía más grande fue la sorpresa, cuando el cantor se acercó para darle un beso, esa imagen quedó para siempre en su memoria.

Pero lo más significativo de esta anécdota fue que, por esas cosas del destino, Enrique debió viajar en el mismo avión de la tragedia y, a último momento, le salió un contrato para actuar en Bogotá, lo que le salvó la vida. Además, compartió la última foto de Gardel en el aeropuerto de la capital colombiana.

Son pocos los rastros que tenemos de su larga trayectoria, debido a que la mayor parte de su carrera la desarrolló fuera de la Argentina, pero hemos reunido algunos aspectos aislados de la misma que pasamos a relatar.

Siendo un adolescente de diecisiete años, integró la orquesta de Eduardo Arolas con la que viajó a Montevideo.

En los inicios de la radio, actuó en diferentes emisoras: Radio Cultura y LOY. Asimismo, ya en 1923, hizo su primer viaje a Chile y, a partir de principios de 1929, volvió al país trasandino dirigiendo su formación, fue allí y en ese año donde nació su única hija, María Enriqueta. Luego, recorrió, durante una década, casi todos los países de Centro y Sudamérica.

El 20 de marzo de 1928, dejó grabado para el sello Victor, dos temas: “Rawson”, disco 80815-A (BAVE 44010) y “Falsa [b]” de Alejandro Torres, 80815-B (BAVE 44011). Además, grabó en Brünswick, disco 40711, su vals “Claro de luna” con las voces a dúo del tenor español José Moriche —que actuó con Carlos Gardel en el film El tango en Broadway— y Genaro Veiga, y que tiene en el acople, “No quiero besarte”, un charlestón de Alejandro Torres, cantado por José Moriche y la cancionista cubana, Pilar Arcos.

Fue uno de los fundadores, en el año 1936, de la Sociedad Argentina de Autores y Compositores (SADAIC).

En esa época, año 1939, armó una agrupación para tocar en el Tabarís de la calle Corrientes, con José Basso en el piano y la voz de Alberto Lago, que se presentaba además, en el Cabaret Imperio de Suipacha y Lavalle. Alternaba sus actuaciones con permanentes viajes a Chile, a Uruguay y otros países de América Latina, siempre con muy buena repercusión en el público y la prensa.

A principios de la década del 40, estuvo en Radio Prieto acompañando el debut de Carlos Braga, cuyo nombre verdadero era Carlos Mateo Gardella y que luego adoptaría su nombre artístico definitivo: Carlos Saavedra, quien, entre 1946 y 1950, tuviera su mejor momento como cantor de la orquesta de Rodolfo Biagi.

Como compositor se destacan algunas páginas y excepto su vals “Claro de luna”, desconozco si las que siguen llegaron al disco: “Pobre piba”; “Decí que sí”; “Eterna soledad” y “Oye las campanas” con letra de Orlando Salatini; “Revista médica”; “El amor es así” y “Negra Inés” ambos con letra de Francisco Mitjana; “No se case”, con letra de Enrique Cadícamo.

El Pibe de Oro, un incansable embajador del tango en América, continuó trabajando hasta que un derrame cerebral puso fin a su carrera artística. Al poco tiempo, muere con 51 años recién cumplidos, en pleno centro de Buenos Aires.

Sus restos descansan en el panteón de SADAIC del cementerio de la Chacarita. Amado Simone, miembro del directorio de la entidad, hizo el discurso de despedida con una frase muy descriptiva de su ímpetu artístico: «Su espíritu andariego le preparó un día las valijas y con la fortuna de sus veinte años y un compás de tango en el corazón, dejó la calle Corrientes, para recorrer casi todos los países de Centro y Sud América. Y en todas partes fue un triunfador».