Juan Caldarella

Nombre real: Caldarella, Juan
Guitarrista, intérprete de serrucho, director, compositor y actor
(15 mayo 1891 - 20 marzo 1978)
Lugar de nacimiento:
Sicilia Italia
Por
Ricardo García Blaya

stamos en presencia de un personaje muy particular y atractivo, nacido en Sicilia (Italia), quien conservó con orgullo el acento de su tierra natal, una simpática peculiaridad de su personalidad, llena de humor y ocurrencias, que enriquecería sus dotes artísticas.

Comenzó su carrera profesional a principios de la década del veinte, en diversos escenarios, acompañando con su guitarra a numerosos vocalistas de la canción popular y, ya iniciado el siguiente decenio, integrando el elenco, como músico y actor de Chispazos de Tradición, exitoso radioteatro que se emitía por Radio Nacional, propiedad de Jaime Yanquelevich, que a partir de 1933 pasó a llamarse Radio Belgrano.

Por aquellos años dirigió un dúo característico junto al acordeonista Renzo Massobrio, con el que realizó algunos registros de temas propios para Discos Nacional Odeon: “La regalona”, “Mañanita de sol”, “La salteña” (rancheras) y “Toma tus cartas” (tango). Luego, se convirtió en un trío cuando alternaba la guitarra con el serrucho y sumó a Osvaldo Schelotto en el piano, agrupación que creció con Elvino Vardaro en violín, pero siempre figurando como trío en los discos, carteleras y programas.

Para las grabaciones utilizaban diferentes denominaciones, según la necesidad y de acuerdo al sello discográfico. Así, aparecían en las etiquetas como Trío Los Nativos o Trío Los Pampeanos o Trío Los Provincianos (no confundir con la Orquesta Típica Los Provincianos).

A principios de la década del 50 grabó para el sello RCA-Victor con su orquesta, teniendo como cancionista a Mercedes Sucre.

Muchos años después, en 1958, el dibujante Juan Carlos Colombres, (Landrú), tuvo la idea de formar un cuarteto al que denominó Jacinto W y sus Tururú Serenaders. A esos efectos convocó a tres músicos afamados y talentosos de la bohemia porteña: Héctor Sormani (baterista), Hernán Oliva (violinista) y Juan Caldarella (serrucho y otros instrumentos poco convencionales), además, al cantor Héctor Juncal, un intérprete de tango que integró la orquesta de Pedro Laurenz, en el año 1946. Grabaron un par de discos y actuaron en el Canal 7 de televisión.

Como compositor lo podemos considerar prolífico, pero fue la repercusión impresionante de una sola de sus obras, lo que lo elevó a la fama junto a los hermanos Alejandro y José Scarpino (este último, autor de la letra), el tango “Canaro en París”, un clásico de todos los tiempos, compuesto en 1925. Con un agregado, la famosa variación final —marca registrada de esta página—, que le pertenece. Lo curioso fue, que la misma surgió a través de un recurso inesperado.

Según el testimonio presencial de nuestro amigo el bandoneonista Gabriel Clausi, la cosa ocurrió en el fondo de un bodegón donde actuaban. Era un patio donde el dueño les servía la comida entre presentación y presentación. Cómico como era, Caldarella tuvo ganas de tocar el tango —recientemente compuesto—, pero esa vez soplando un peine cubierto por papel celofán, lo que le daba un sonido muy especial y gangoso. La melodía transcurría normalmente hasta que, cerca del final, comenzó a hacer unos extraños dibujos musicales, a todo ritmo, un poco en serio y otro poco en broma y, de allí fue surgiendo la bella variación final que luego recogió en el pentagrama para el lucimiento de los bandoneones. Comparto la opinión de los que afirman que esa variación hizo, de “Canaro en París”, un tango inmortal.

Con Alejandro Scarpino compuso además “Seguime si podés” (un tango muy interesante, para muchos, opacado por la fama de “Canaro en París”), con letra de Antonio Anselmi, que llevaron al disco —en forma instrumental—, las orquestas de Francisco Canaro (1928), Juan Sánchez Gorio (1952), Osvaldo Pugliese (1953) y el Sexteto Tango (1982); “Sierra Chica”, con letra de José Scarpino, registrada por Francisco Canaro con Agustín Irusta (1927); “Sultana”, camel-trot, grabado por Francisco Canaro Jazz Band (1924); “Aquel beso”, con letra de Cipriano Pérez, “Besos ardientes”, con letra de Francisco Brancatti y “Corazón a corazón”, con letra de Celso Piano, de los que no conocemos registros; entre otros.

Como podemos concluir, Juan Caldarella fue un importante valor de nuestro tango, tanto como compositor como por la suma de su tarea artística. El reconocimiento de sus méritos y su hombría de bien, inspiró esta modesta semblanza.