Por
Abel Palermo

ste importante músico de tango, nacido en la ciudad de Buenos Aires es, lamentablemente, una figura desconocida en la actualidad y que queremos reivindicar en Todo Tango.

Inició su camino artístico a los 17 años, participando en la fila de bandoneones de la formación de Anselmo Aieta, donde permaneció durante tres años. Después, como si fuera poco, pasó a integrar la orquesta de Pedro Maffia, para remplazar a Gabriel Clausi (El Chula), quien se había retirado de la misma conjuntamente con los violinistas Antonio Rodio y Cayetano Puglisi.

Desde ese momento, la orquesta de Maffia quedó conformada con: Ángel Maffia, Héctor Presas, Carlos Demaría y el director (bandoneones); Alberto Besprovan (Tito), Leo Lipesker y Unamuno —del que no tengo otro dato que su apellido— (violines); Nerón Ferrazzano (chelo); Juan Trombino (piano) y los cantores, Mariano Balcarce y Félix Gutiérrez.

Actuaron en LS8 Radio Stentor, grabaron en el sello RCA-Victor y, en 1935 realizaron una importante gira por Chile. Al año siguiente, y con varias modificaciones en su integración, la orquesta inició un ciclo en LR3 Radio Belgrano. En la nueva agrupación estaban: Francisco Requena, Héctor Presas, Carlos Demaría y Juan Mario Maffia (bandoneones); Tito Besprovan y Leo Lipesker (violines); Salvador Caló —Freddy— (piano), Santos Lipesker (clarinete); Antonio Cefalli (pistón); Eduardo Fracassi (contrabajo) y las voces de Alberto Gómez y Martín Podestá.

En 1938, abandonó la agrupación de Maffia, pero siguió con mucho trabajo haciendo los cambios en infinidad de orquestas; actividad que realizó hasta casi el final de su carrera. A tal punto, que en cualquier conversación donde alguien nombraba alguna formación, él decía: «Yo toqué». Los amigos le pusieron esa frase como apodo.

Un par de años más tarde formó un cuarteto, hasta que, en 1944, al frente de su nueva orquesta debutó ante los micrófonos de LR4 Radio Splendid. Con él estuvieron grandes cantores: en 1947, Carlos Mayel, en 1948 Mario Bustos y Roberto Cortez —hermano de Demaría— y, en 1949, Alfredo Castell en reemplazo de Bustos.

Debutó en el disco en octubre de 1950 para el sello Pampa, con un clásico: “El entrerriano” y, con la voz de Roberto Cortez, la milonga “Presumido” —de Armando Baliotti y letra de Julián Martín Castro—. Al año siguiente, hizo una única grabación con Miguel Montero: “Esta noche me emborracho”. El cantor estaba en la orquesta de Francisco Lomuto, pero esta se disolvió por la muerte de su director y, por esa razón, pasó por un breve lapso a la de Demaría para luego integrarse a la formación de Mario Demarco.

Desde 1950 hasta 1953, registró 16 grabaciones, diez instrumentales y seis cantadas, de estas últimas, cinco con la voz de Roberto Cortez y la ya mencionada con el Negro Montero.

Es importante destacar que, en aquellos años —entre 1950 y 1955—, paralelamente a las tareas con su agrupación, tuvo a su cargo la dirección de la Orquesta Típica Coca Cola, que debía su nombre al popular refresco que era el anunciante del ciclo La Ronda Musical de las Américas, que se emitía por Radio Belgrano todos los domingos al mediodía. Por allí pasaron Carmen Duval, Nelly Omar, Azucena Maizani, Hugo Del Carril, Oscar Alonso, Alberto Gómez, entre otros grandes artistas.

El cantor Héctor Mauré —en su condición de solista—, convocó en agosto de 1956 a Demaría con su orquesta, para la grabación de un disco simple, en el sello Orfeo. Así fue que registraron el tango “Linda” y en el acople “El tango no tiene contra”, de Demaría en colaboración con Andrés Chinarro y Juan Mario Maffia.

El 30 de noviembre de ese mismo año, con Mauré se presentaron en el cabaret Maipú Pigall, de la calle Maipú 340. La orquesta estaba integrada por Antonio Nevoso (Bebe), Pascual Elía, Nino Adolorato y el director (bandoneones); Bernardo Sevilla (Tito), Roberto Fernández, Antonio Cuervo y Mauricio Mise (violines); Aldo Ballarini (piano y arreglos) y Alberto Sculco (contrabajo).

Asimismo, se presentaban los sábados y domingos por LR3 Radio Belgrano y en reuniones bailables, salones y clubes.

En enero de 1957, la sociedad de Mauré con Demaría reanudó su actividad discográfica, en la compañía Odeón, con el registro de varios temas: “Ríe payaso”, “Tuya”, “Aquel nocturno”, “Mi ayer” (de Armando Angeletti, Osvaldo Calcaño y Julián Centeya), “Por limosna no”, “Mientras viva”, “Reflexionemos” y “Decime qué pasó”. Al año siguiente, se desvincularon y cada cual siguió por su lado, en el caso de Mauré, con el acompañamiento del bandoneonista Pascual Elía y las guitarras de Velásquez, Soulé, Salinas, Olivera y Laine.

Demaría, por su parte, continuó desplegando su actividad en el cabaret Casanovas —de la calle Maipú 360— y también en Radio Splendid.

Por su orquesta pasaron importantes músicos, entre ellos podemos destacar a Juan Carlos Howard, Osvaldo Requena, Simón Bajour, Emilio Marchiano, Héctor Gorla y Eduardo Del Piano.

Su actividad como compositor además del ya nombrado “El tango no tiene contra”, comprende entre otros títulos: “Cortada de Carabelas” —en colaboración con Héctor Mauré y Andrés Chinarro—, “Brindis de tangos” —Juan Mario Maffia y Chinarro—, y “Por lo nuestro” —con letra de Julio Camilloni—. y “Que llamen por favor”, de los que no conozco ninguna versión fonográfica.

Como dato curioso y casual, el hogar de Demaría en el barrio de Palermo —entre 1945 hasta, aproximadamente, 1958—, es la casa donde desde hace muchos años, tenía su taller nuestro amigo y colaborador Héctor Lucci (en el Pasaje San Mateo entre Jerónimo Salguero y Julián Álvarez).