Coco Potenza

Nombre real: Potenza, Víctor
Bandoneonista, director y compositor
(9 marzo 1926 - 16 enero 2012)
Lugar de nacimiento:
Buenos Aires Argentina
Por
Freddy Potenza

ació en el barrio de Villa Crespo, en Buenos Aires —«El mejor barrio del mundo»—, como solía afirmar el gran Maestro Osvaldo Pugliese.

Coco comienza a descubrir los secretos y la magia del bandoneón a los cuatro años de edad, en el taller de su tío que era luthier. Él contaba que aproximadamente a los seis años su tío lo enseñó a pegar zapatillas, después a los ocho años comenzó a ejecutar el bandoneón. «Fue amor a primer fueyazo», decía cuando contaba sus inicios. Alguna vez, muchos años después, un joven alumno le preguntó cómo hacer para tocar tan lindo, y Coco le contestó: «Se necesita un gran amor al instrumento, querido, un gran amor».

A los doce años era todo un músico profesional y, hasta los veinte, tocó en los mejores cabarets y cafetines de Buenos Aires, conformando orquestas con músicos de su familia. Poco tiempo después, formó una orquesta con su cuñado Enrique Alessio con la cual viajó por toda Argentina.

Formó el Tritango, conjunto que con gran éxito acompañó a los mejores cantantes de aquel tiempo: el enorme Polaco Goyeneche, Alberto Podestá, Floreal Ruiz, El Chocho Roberto Florio, Roberto Rufino y muchos más. Coco solía decir entre risas: «Menos a Gardel, creo que los acompañé a todos».

En los años sesenta realizó giras por todo el interior de Argentina. En 1972, viajó a Colombia como invitado especial para una corta temporada en La Casa Gardeliana, pero se queda a vivir en Medellín por tres años logrando gran fama y reconocimiento dentro de la crema y nata de los tangueros colombianos.

Posteriormente, hizo una nueva gira por varios países de Sudamérica como: Chile, Brasil, Uruguay, Perú, Bolivia y Venezuela, siendo en éste último donde se radica dos años y medio, acompañando al gran cantante Agustín Irusta.

En 1979, viajó a la Ciudad de Méjico y comenzó una larga y memorable carrera acompañando a artistas como: Leonardo Favio, Sonia Rivas, Tania Libertad, Armando Manzanero, Julio Iglesias, Alberto Cortez, entre otros.

Radicado ya de fijo en Ciudad de Méjico, a principios de los años ochenta se creó el Cuarteto Argentino de Tango, en el piano estaba su primo el eximio pianista Osvaldo Potenza, que por cierto fue el fundador del citado cuarteto. Grabaron varios discos con tangueros radicados allí: Enzo Peiret, Hugo Jordán, Raúl Medina y la pasional Gogui Fontán. Estas últimas grabaciones fueron producidas por la disquera Pentagrama, que organizaba, a manera de promoción, presentaciones en los principales teatros de la ciudad. Luego, emprendieron una gira por toda la República.

Unos años después, inició la gira Celeste y Blanco, con 22 elementos en escena y la participación de su hijo Freddy Potenza.

Es reconocido por los medios especializados como el mejor exponente del tango en Méjico, presentándose en los más famosos programas de televisión y radio, así como en los foros más importantes del país.

A partir de 1994, dirigió la orquesta acompañante de Luis Miguel con quien grabó varios discos, obteniendo un resonante éxito con “El día que me quieras”. Además, hicieron una importante gira, recorriendo más de treinta ciudades, desde Estados Unidos hasta la Argentina.

En el año de 1999, grabó el disco Mi bandoneón y yo con su hijo Freddy, haciéndole un homenaje al bandoneón y su larga trayectoria con él.

En 2002, recibió un homenaje por sus cincuenta años de carrera artística siendo reconocido en el medio como El Bandoneonista de América.

Entre sus composiciones podemos destacar: “Marrón, púrpura, galaxia” y “Acuarela gardeliana”.

Otra habilidad destacada y menos conocida fue su oficio de luthier y que, generoso como era, auxiliaba a todos sus colegas bandoneonistas, arreglando sus fueyes cada vez que tenían algún problema. Se ponía rabioso y se negaba terminantemente, cuando alguien quería pagarle por ello. Por eso y muchas cosas más, fue una persona amada por nosotros y por todo el ambiente artístico.

El 16 de enero de 2012, después de combatir por varios años un grave enfisema pulmonar, a las 23:30, en el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias de la Ciudad de Méjico, Coco saludó a la vida.