Carlos Lenzi

Nombre real: Lenzi, Carlos César
Poeta y autor teatral
(3 noviembre 1895 - 10 junio 1963)
Lugar de nacimiento:
Montevideo Uruguay
Por
José Gobello
| Ricardo García Blaya

ació en Montevideo y murió en Buenos Aires. Fue autor teatral y funcionario del servicio exterior de su país.

Su primera obra escénica, El domador, fue presentada en 1918 por la actriz Blanca Podestá. Entre las varias decenas más que le siguieron, pueden mencionarse: La noche nupcial (1926), en colaboración con el autor uruguayo Ángel Curotto; Yo, tú y él (1926); El escándalo del día (1928) y Yo te amo (1940), estrenada por Lola Membrives.

Pero no fueron estas obras, sino una letrilla cantable, la que nos hace recordar el nombre de Lenzi. La que escribió en 1925 y entregó a Edgardo Donato para que compusiera un tango. Ese tango fue “A media luz”, estrenado por la cancionista Lucy Clory, al presentarse, en el Teatro Catalunya de Montevideo, en el espectáculo Su Majestad la Revista.

Horacio Ferrer, en su Libro del Tango, menciona como lugar de estreno al Teatro Albéniz y adelanta el año de creación del tema, a 1924. También disiente con el lugar de su fallecimiento y dice que ocurrió en Montevideo. Sobre esto último, Todo Tango confirmó a través del Catálogo Biográfico de Autores Uruguayos que, en su parte pertinente, nos enviara AGADU (Asociación General de Autores del Uruguay) que el deceso se produjo en Buenos Aires. Y, a diferencia de Gobello y otros autores, coincide con Ferrer sobre el año de estreno, 1924 y el teatro donde se produjo, el Albéniz.

Tras el éxito de “A media luz”, Lenzi escribió otros tangos, tales como “En voz baja”, con música de Adolfo Mondino; “Adiós arrabal”, música de Juan Baüer (Firpito); “Mimí se fue”, música de Luis Viapiana; “Noches de Montmartre”, música de Manuel Pizarro y “Araca París”, música de Ramón Collazo. Los dos últimos fueron escritos en París, durante la permanencia del letrista en esa ciudad.

Todas sus obras trasuntan al espíritu culto y al hombre de mundo que fue Lenzi, pero ninguna alcanzó la repercusión de “A media luz”.

Por último, quiero resaltar que fue un amigo incondicional de Carlos Gardel, con quien compartió inolvidables momentos en París y en la Costa Azul francesa.