Jorge Ledesma

Nombre real: Deluchi, Justo José
Cantor
(3 febrero 1924 - )
Lugar de nacimiento:
Piñeyro (Buenos Aires) Argentina
Por
Ricardo Barbieri

ació en Piñeyro, Provincia de Buenos Aires. Con Ledesma evocamos a un cantor de tangos que posee una de las voces más agradables de nuestra música popular, además, por supuesto, de una gran expresión interpretativa.

También debemos destacar que, a pesar de reunir todas las condiciones de un gran vocalista, no tuvo oportunidad de actuar en orquestas de renombre como lo consiguieron otros con menos merecimientos.

De padre uruguayo y madre argentina, luego de sus primeros estudios, comenzó a trabajar en la imprenta de un hermano, unos años mayor que él. Y a los 18 años, luego de haber demostrado su afinidad con el canto en reuniones familiares, entró al profesionalismo. Sus amigos del barrio lo invitaron a formar parte de una murga para presentarse en los carnavales de 1941, en los bailes organizados por el Club Juventud Unida Independiente, de Lanús.

Allí actuaba la orquesta típica, del hoy ignoto, Raúl Rodríguez, que esa noche sufrió la ausencia de su vocalista. Los muchachos de la murga intercedieron para que pruebe a Deluchi. El director aceptó y, llegado el momento, canta “Como dos extraños”. Fue tan grande el éxito, que Rodríguez lo incorporó al conjunto y pasó a llamarse Alberto Deluchi. Un año más tarde, 1942, se incorporó a la Típica-Característica Castro-Paulino, para actuar en los clubes Orientación Juvenil y El Porvenir.

En 1943, pasa a otra humilde orquesta, la de Alfredo Celestino, para presentarse en los bailes de carnaval del Club Unión de Wilde y en El Palacio del Baile, ubicado dentro del Parque Japonés, en Retiro. Acompañado por los mismos músicos, se anotó en un concurso realizado por Radio Mitre y además, grabó con ellos un disco no comercial con los temas “A la luz del candil” y el vals “Ribereña”.

El paso siguiente fue formar un cuarteto propio, para que lo acompañase en unas presentaciones en Radio del Pueblo.

Un año más tarde fue requerido por Juan Carlos Caviello para su conjunto. Esta vez los acogió Radio Argentina y, entre otros, el café El Nacional, de la calle Corrientes.

Finalmente, llegó el año 1949 y el mejor momento de su carrera artística. Lo llamó Alberto Mancione para reemplazar a su cantor Alberto Carol, el mismo que grabó como vocalista de la Orquesta Típica Víctor. El director en persona le tomó una prueba en Radio Splendid. Cantó “Margot” y Mancione quedó satisfecho con su elección. Su compañero era Héctor Alvarado. El representante de la orquesta, Julio Curi, propuso buscarle un nombre artístico. Se inspiró escuchando al dúo Martínez-Ledesma, entonces dijo Jorge Ledesma de hoy en más y así quedó.

El debut se produjo en el cabaret Cote D’Azur, de 25 de mayo 536 y, enseguida, en Radio Splendid. Cuando se alejó Alvarado, su reemplazo fue Francisco Fiorentino, ya en una etapa declinante. Contratados por Radio El Mundo ocuparon espacios centrales: Estrellas a Mediodía, el nunca olvidado Glostora Tango Club —cuando Alfredo De Angelis se tomaba vacaciones— y en los bailables de los fines de semana.

Con Mancione llega formalmente al disco, con él nos dejó 18 títulos. Que por supuesto no eran todos los de su repertorio, quedaron sin registro, entre otros: “Tormento”, “Sur”, “El mismo barro”, “Pero a pesar de todo”, “Llorando la carta”, “Viejo ciego”, “Lloró como una mujer”, entre otros.

Dejó la orquesta hacia fines de 1955. Su próxima parada fue Alfredo Calabró, conjunto en el que estaba solamente un excelente y melodioso cantor José Torres. Con ellos, el recorrido habitual por distintos clubes y salas y el micrófono de LS10 Radio Libertad. Como testimonio quedó un acetato (disco de prueba sin recorrido comercial) con el tango “Cafetín de Buenos Aires”.

Tuvo un breve paso por la orquesta de Lucio Demare, para cantar en unas veladas en el Hotel Crillón, de la avenida Santa Fe esquina Esmeralda. En ese mismo año 1956, intervino en la orquesta de Héctor D'Espósito donde ya estaba la cancionista Mabel Gamizo y formaron parte del elenco de Radio Belgrano. Para finalizar, se unió al conjunto de Ciriaco Ortiz, con quien recorre salones de baile de la zona sur, desde Quilmes y sus alrededores hasta la ciudad de La Plata. A continuación y por largos años se transforma en solista, con acompañamiento propio o circunstancial, y presentaciones de gran diversidad, como para seguir despuntando el vicio y ganar un dinero extra.

En 1996, junto con Osvaldo Ribó, el hermano de éste, Octavio Osuna en guitarra y Antonio Nevoso en bandoneón se largaron en una breve gira sureña que ancló unos días en la provincia de Río Negro.

Sus registros en el disco no fueron muchos, pero si suficientes para demostrar que se trata de un intérprete de primera línea, concepto que comparten muchos de sus colegas. También incursionó como compositor, dos temas se destacan: “Y después” y “Siempre es primavera”.

Publicado en Tango y Lunfardo, Nº 132 (septiembre de 1997).