ontrabajista y chansonier. Muchas fueron las orquestas que lo contaron en sus formaciones, en aquellos tiempos en que los músicos se mudaban de continuo y el contrato era la palabra; poco sueldo, muchas ganas de ganarse la vida y numerosos locales donde imperaba el tango.

Su mejor momento lo tuvo junto a Osvaldo Fresedo, al principio de los años 20, cuando estaba integrada por Fresedo, Rodríguez y Pastore en bandoneones, Francia, Muzzi y Khöler en violines, Raúl Fresedo en batería, José María Rizzuti al piano y él al contrabajo, la orquesta que grababa en Victor.

Después unido a Rafael Tuegols, su mejor amigo, deambuló de un conjunto a otro actuando en casi todos los cabarets, cafés y cines de la época entre los que se contaron el Maipú Pigall, el Tabarís y el Dancing Florida, local este donde estuvo largos meses y bajo la dirección de Humberto Canaro.

Era el vocalista de esas orquestas típicas y cantaba por medio de un megáfono, popularizando así varios tangos, entre ellos: “Mano cruel” y “Buey manso”, que tienen letras de Armando Tagini y fueron grabados precisamente por Carlos Gardel por haberlos gustado en su voz.

Forjó muy poca composición, algunas otras no llegaron a conocerse y los dos citados se mantienen en el pueblo gracias a las grabaciones de Gardel.

Del cantor fue un gran amigo, de los buenos. Lo conoció en sus primeras incursiones musicales y cuando dispuso viajar a París por primera vez, le prometió que la primogénita grabación que haría en la Ciudad Luz sería su “Mano cruel” y cumplió la promesa, pero a medias ya que lo grabó pero no fue el primero.

Cuando el desastre de Medellín, enfermó de gravedad por la pérdida de su querido amigo, no hallando consuelo por mucho tiempo.

Mutarelli nació en Santa Fe el 22 de julio de 1892 y falleció en Buenos Aires el 31 de marzo de 1945.