Por
Federico García Blaya

ste porteño del barrio de Pompeya, nacido en los tiempos de auge del tango, se destaca como un cantor que supo manejar el brío y la sensibilidad interpretativa, basado en una notable afinación, y debe ser considerado uno de los grandes cultores del género de las últimas décadas.

Además de cantar, ha escrito letras algunas de las cuales dio a conocer en su último trabajo discográfico, el CD Socios de un sueño (2003).

Se inicia profesionalmente junto al director Ángel Condercuri, con quien viaja a Santiago de Chile, en diciembre de 1966 y enero de 1967. Actúan en restaurantes, radio y televisión, y realiza sus primeras grabaciones, a dúo con su compañero Carlos Gari, dejando registrados la marcha “Arriba Chile” y el tango “Lonjazos”.

En 1968, participa del 2º Festival de Tango y Folclore de José León Suárez (Provincia de Buenos Aires) del cual resulta vencedor. En esa oportunidad conoce al pianista Manuel Sucher, quien lo contacta con José Basso.

Ingresa a la orquesta de Basso, cumpliendo dos exitosas etapas. En la primera, de 1968 a 1971, graba sus dos primeros discos de larga duración y viaja a Japón, junto a su maestro, compañero y amigo Alfredo Belusi. Efectúa además, numerosas giras por el país y actuaciones en los carnavales.

Luego, abandonó la actividad artística por un tiempo, hasta que en 1977 vuelve a encontrarse con Alfredo Belusi y, juntos, se presentan en diversas localidades del país.

Se reincorpora a la orquesta de José Basso en 1980, en la que permanece hasta 1982. En este período recorren varios países de Sudamérica, junto a los cantores Alberto Hidalgo (Chino) y Marga Fontana. También tuvo como compañero a Aníbal Jaulé, en sus actuaciones en Buenos Aires.

En 1982, es convocado por el maestro Cholo Montironi para emprender una gira por España. De regreso, graban juntos su primer disco como solista, titulado A mi manera.

Se incorpora al elenco de Taconeando, casa de espectáculos dirigida por Beba Bidart. Allí permanece por casi diez años, primero acompañado por el Trío Yumba y luego con Cholo Montironi, en la dirección musical.

Desde entonces, y hasta la actualidad, se presente en la mayoría de los escenarios porteños: Michelangelo, La Ventana, Patio Mío, Café Tortoni, El Viejo Almacén y en el circuito tanguero nacional.

En 1996, vuelve a visitar Ecuador, convocado por Humberto Pinheiro, al año siguiente, emprende su segunda gira por Japón, esta vez junto al maestro Omar Valente, con quien, a su vez, realiza un nuevo trabajo discográfico para el sello Timeless Tango.

El prestigioso Ballet Salta, de Marina y Hugo Jiménez —con el que ya había actuado en 1989 en Bilbao (España)—, lo vuelve a convocar para realizar, en 1998, una serie de presentaciones en los Estados Unidos, Quito y Guayaquil (Ecuador).

A su regreso comienza una larga etapa en El Viejo Almacén, interrumpida por su tercer viaje a Japón, nuevamente con Omar Valente (junio del 2000), por su cuarto viaje el Ecuador, otra vez con el Ballet Salta (abril de 2002) y por un viaje a Italia (mayo de 2004), en el que fue cantante del grupo Terapia Tango.

Cabe mencionar muy especialmente, que Rossi participó en todos los programas de TV, tales como: Grandes valores del tango, La noche con amigos, Los amigos del tango y forma parte del elenco del canal Solo Tango. Además de participar con regularidad en la Orquesta Juan de Dios Filiberto, patrocinada por la Dirección de Cultura de la Nación.

En diciembre de 2003, presentó su último CD Socios de un sueño, en El Viejo Almacén, en el que presenta ocho temas de su autoría contando con el acompañamiento de grandes músicos: Mauricio Marcelli, Saúl Cosentino, Omar Valente, Rodolfo Montironi, Norberto Ramos, Carlos Morel, Juan Carlos Zunini y, como invitados, Lisandro Adrover, Oscar Barrios, José Colángelo, Raúl Garello y Jorge Sobral.

Con esta breve semblanza, quiero homenajear a este porteño de ley que sigue cantando y deleitando a, quienes como yo, gozamos de su sensibilidad vocal y de su búsqueda poética.