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![]() por Julio
Nudler
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Cantante, músico, pianista, actor y compositor.
(7 de julio de 1905 - 30 de octubre de 1990) Nombre completo: Carlos José Pérez |
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![]() Nació en el paraje "Avestruz", una estación
de ferrocarril ubicada a 15 kilómetros de la ciudad de Darregueira,
partido de Puán en la provincia de Buenos Aires, siendo su padre
un empleado de una empresa cerealera. Durante toda su vida cultivaría
costumbres burguesas, exhibiendo su estampa de dandy. Fue lo que los
porteños llamaban un "jailaife" (derivación de high-life),
de elaborada apariencia distinguida. Su refinado estilo dio origen a
la moda Charlo, que abarcó la indumentaria y otros enseres masculinos.
Quizás insatisfecho con la humildad de su apellido, Pérez,
le añadió un pretencioso "de la Riestra", erróneamente
dado por bueno en reseñas y biografías. En cualquier caso,
quedó identificado por su nombre artístico, que le fue
adosado en 1924 para su debut radial y deriva de Charlot (Chaplin).
Su primer enseñanza musical, de piano y otros
instrumentos, la recibió en un conservatorio de Puan, pequeña
ciudad austral, perdida en la llanura bonaerense. Luego marchó
a La Plata, moderna capital de la provincia de Buenos Aires, de célebre
universidad, diagonales y palacios oficiales neoclásicos, donde
cursó su bachillerato e inició estudios de abogacía
que abandonó. El traslado de su familia a la ciudad de Buenos
Aires en 1922 propició el comienzo de su carrera de cantor, que
en un principio se acompañaba a sí mismo al piano. En
rápida sucesión, debutó en 1924 en Radio Cultura,
ocupó la tarima del café "El Americano" en el porteño
barrio de San Cristóbal (donde su casi extravagante distinción
contrastaba con la modesta extracción social de los parroquianos)
e inició su carrera de actor cantante -que luego se trasladaría
al cine- en una revista musical del céntrico Teatro de la Comedia.
En esa ocasión estrenó su ya olvidado primer tango, "Pinta
brava", de igual nombre que el sainete que integraba.
Charlo, de hermosa voz y clásica galanura, fue
rápidamente absorbido por la industria que se movía en
torno del tango y la música criolla. En 1925 graba sus primeros
diez discos de 78 revoluciones, todavía por el sistema acústico,
para el sello Electra, acompañado por las guitarras de Vicente
Spina y Miguel Correa.
En los carnavales de la ciudad de Rosario, la segunda de la Argentina,
canta con las orquestas de Francisco Canaro
y Roberto Firpo, dos de las más populares
del momento. Y luego graba una placa para la RCA Víctor.
En 1928 se inicia su catarática presencia en
el disco para el sello Odeón, tanto con la orquesta de Canaro
como con la de Francisco Lomuto -ambas muy
populares-, aunque también con guitarras. En su copiosa discografía
con Canaro (más de medio millar de
temas hasta 1931) se alternan el protagonismo. En ocasiones, Charlo
es apenas el estribillista del conjunto, función consistente
en entonar solamente la segunda parte -llamada estribillo o refrán-
de cada tango (por lo común, no más de ocho versos).
Pero la relación se invierte en otros casos,
y Charlo solista es acompañado por Canaro.
Este suele ser el material más interesante, no sólo porque
incluye las letras completas, sino también porque el cantor se
vuelca en plenitud, mientras que en muchos estribillos se advierte a
un Charlo poco entusiasta. Este desinterés es explicable, porque
era frecuente que el estribillista ni siquiera fuese mencionado en la
etiqueta del disco.
A lo largo de su extensa carrera fue acompañado
ocasionalmente por importantes figuras del tango: el guitarrista Roberto
Grela, la orquesta Demare-Vardaro
(del pianista Lucio
Demare y el violinista Elvino Vardaro),
un trío del que formaban parte el pianista Osvaldo
Pugliese y el bandoneonista Federico Scorticati, y sucesivas orquestas
conducidas por Héctor Stamponi (piano),
Roberto Pansera (bandoneón) y Osvaldo Requena (piano). Entre
los guitarristas que lo secundaron en la década del '30 hubo
uno llamado a convertirse en uno de los cantores trascendentales del
género: Edmundo Rivero.
La carrera cinematográfica de Charlo comenzó
en 1935, precisamente el año en que murió Gardel. Su primer
film fue "El alma del bandoneón". Un año más tarde,
en la película "Puerto nuevo", cantó dos tangos que están
entre los clásicos de su repertorio: "Olvido"
y "Yo también
soñé". "Carnaval
de antaño", de 1940, es otro de los recordados filmes de
los que fue estrella, aunque ninguno descolló por sus valores
cinematográficos. Lo mismo vale para el paso de Charlo por la
escena.
Tal como sucedió con Gardel, en los años
'30 su arte fue cambiando el color local por una tesitura más
universal. Esta transformación -de la que da claro testimonio
su melódico tango "Ave
de paso", que con letra de Enrique Cadícamo
compuso en Río de Janeiro en 1935- lo ayudará a triunfar
en toda América, España y Portugal. Sus prolongadas giras
y sus períodos de residencia en el exterior le restaron presencia
en el tango argentino.
En su significativa obra de compositor, de rara aptitud para expresar musicalmente el drama humano y el arrebato romántico, sobresalen los siguientes temas. Con letra del cineasta Luis César Amadori, los tangos "Cobardía", "Rencor" y "Tormento". Con José González Castillo, "El viejo vals", una pieza de rara perfección, inigualable en la versión del propio Charlo. Con José María Contursi, "Sin lágrimas". Con Cátulo Castillo, "Sin ella". "Fueye" y el hermoso vals "Tu pálida voz" llevan versos de Homero Manzi. Y con Cadícamo, además de "Ave de paso", se destacan tres tangos de gran valor, pero muy diferentes entre sí: "Rondando tu esquina", "Viejas alegrías" y "La barranca". |
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